Una transformación ejemplar en Urabá demuestra cómo el turismo puede ser motor de sostenibilidad y progreso social.
Lo que hace poco más de dos décadas era un terreno desolado y sin vida en el Caribe Antioqueño, hoy es uno de los destinos más transformadores e inspiradores de Colombia. Simona del Mar, un centro ecoturístico fundado por mujeres visionarias, es hoy referente de cómo el turismo regenerativo puede reforestar, empoderar comunidades y atraer inversión sin perder autenticidad. En el corazón del Chocó biogeográfico, su evolución es una muestra clara de que el futuro del turismo colombiano pasa por la sostenibilidad, la identidad cultural y la integración local.
A diferencia de los modelos turísticos masivos e improvisados que tanto daño han causado en destinos con sobrecarga, Simona del Mar ha apostado por la regeneración ambiental y la gestión responsable. “Empezamos a sembrar y la fauna volvió”, recuerda Beatriz Elena Duque, gerente del proyecto, al describir cómo los manglares, osos perezosos, aves migratorias y ecosistemas marinos han repoblado lo que antes era un terreno devastado. Hoy, sus manglares producen cinco veces más oxígeno que otros ecosistemas, y su playa de más de 800 m² sirve como escenario para ceremonias y eventos ecológicamente responsables, integrando infraestructura con respeto por el entorno.
Lejos de improvisaciones punitivas que buscan castigar la actividad turística sin diferenciar modelos, Simona del Mar propone una visión alternativa: turismo de alta contribución socioeconómica, basado en la biodiversidad, el respeto por las culturas locales y el impulso a economías rurales.
Infraestructura Pensada Para El Descanso, la Conexión Y El Trabajo Remoto
Con 15 cabañas completamente dotadas, auditorios modulares y áreas sociales rodeadas de bosque, Simona del Mar no solo promueve el descanso, sino que se adapta a nuevas tendencias como el trabajo remoto y los viajes en pareja o en familia. Su diseño combina elegancia natural con funcionalidad, lo que lo convierte en un centro turístico versátil, ideal para retiros, eventos culturales o estancias prolongadas que revalorizan el tiempo en la naturaleza.
Esta estrategia de diversificación de servicios y públicos ha sido clave para mantener altos niveles de ocupación sin caer en la masificación. No se trata de atraer más turistas a toda costa, sino a los adecuados: aquellos que valoran el entorno, invierten en la comunidad y buscan experiencias significativas.
Gastronomía Con Identidad: El Mar Como Protagonista
Otro de los pilares de Simona del Mar es su propuesta gastronómica, reconocida a nivel departamental por su calidad e innovación. Con más de 60 preparaciones, la mayoría centradas en frutos del mar y con opciones para vegetarianos y veganos, cada plato es una inmersión en la cocina del Caribe Antioqueño. Recetas ancestrales reinterpretadas, ingredientes frescos y alianzas con productores locales —como la empresa Las Mazamorras de Urabá— consolidan una oferta culinaria que no solo satisface, sino que educa y preserva.
La carta incluye desde mariscos hasta dulces artesanales de banano, cócteles caribeños y postres con historia. La cocina es aquí también una herramienta de desarrollo y una expresión de la identidad colectiva.
Urabá: El Nuevo Polo Turístico de Colombia
El crecimiento de Simona del Mar se inscribe en un fenómeno más amplio: la consolidación de Urabá como nueva frontera turística del país. Según la Secretaría de Turismo de Antioquia, entre 2020 y 2025 la región ha registrado un aumento del 30% en la llegada de turistas, con picos de ocupación del 75% en temporadas altas. Municipios como Necoclí, Arboletes, Turbo y Mutatá lideran esta transformación, demostrando que el Caribe Antioqueño ya no es una promesa, sino una realidad en expansión.
La mejora de la infraestructura —con vías 4G que conectan la región con Medellín en apenas cuatro horas— y proyectos como Puerto Antioquia (con una inversión de 800 millones de dólares) han fortalecido la conectividad, permitiendo un acceso fluido a esta zona de biodiversidad única.
Una Nueva Identidad Visual Para Una Nueva Era
Con el reciente lanzamiento de su identidad visual renovada, Simona del Mar busca consolidarse como uno de los destinos turísticos más innovadores y sostenibles del país. Esta nueva marca no solo representa un cambio estético, sino una reafirmación de sus valores: autenticidad, regeneración, cultura viva y conexión profunda con la naturaleza.
Más allá de un simple lugar para vacacionar, Simona del Mar propone una experiencia de reconexión personal, comunitaria y ecológica. Es un modelo que demuestra que el turismo, bien gestionado, puede ser una herramienta poderosa para transformar regiones enteras.