En un acontecimiento histórico para la República Dominicana, el puerto de Cabo Rojo, ubicado en la provincia de Pedernales, una de las regiones más necesitadas de revitalización económica, ha dado un gran paso hacia el futuro. Con la llegada del crucero Carnival Victory desde Miami, cargado con 2.873 turistas y más de 1.000 tripulantes, este nuevo puerto ha marcado el inicio de una era de desarrollo turístico y económico en el sur del país.
Construido por la empresa mexicana ITM Group, el puerto de Cabo Rojo es la pieza central de un ambicioso proyecto que se extenderá en cuatro fases durante los próximos ocho años. Este proyecto, con una inversión estimada de 2.245 millones de dólares, no solo promete transformar la infraestructura local sino también abrir nuevas oportunidades para la población de la región.
El desarrollo de este puerto es solo una parte de una estrategia más amplia del gobierno dominicano para impulsar el sur del país. Con planes para la construcción de varios hoteles por parte de cadenas internacionales, el primero de los cuales se espera que inicie operaciones a finales de 2024, el sur de la República Dominicana se está preparando para convertirse en un destino turístico de clase mundial. Este desarrollo no solo atraerá a turistas de todo el mundo sino que también generará miles de empleos, tanto directos como indirectos, contribuyendo significativamente al bienestar económico de la región.
Un aspecto clave de este proyecto es el compromiso del gobierno de respetar y proteger el medio ambiente. En un esfuerzo por preservar la belleza natural de la región, se ha decidido no construir en la Bahía de las Águilas, conocida por ser una de las áreas más vírgenes y exuberantes del país.
Para 2025, se espera que el puerto de Cabo Rojo reciba alrededor de 250.000 cruceristas y, a mediano plazo, se proyecta que esta cifra supere el millón de pasajeros al año. Este auge en el turismo de cruceros no solo coloca a la República Dominicana como líder en este segmento en la región sino que también cimenta su posición como uno de los destinos más visitados de América Latina. De hecho, el país alcanzó recientemente un récord impresionante al recibir 10 millones de turistas en un solo año, y se espera que el turismo represente más del 20% del producto interior bruto nacional.
El presidente Luis Abinader ha expresado su visión optimista para Pedernales y sus alrededores, proyectando un cambio significativo en cinco años, una transformación total en diez años y, en veinte años, la consolidación de la región como un modelo de desarrollo económico y social.
Este proyecto de desarrollo no es solo una victoria para Pedernales o para el sur de la República Dominicana; es un hito en la trayectoria económica y turística del país. Al fusionar el crecimiento económico con el respeto al medio ambiente y la generación de empleo, el puerto de Cabo Rojo simboliza una nueva era de prosperidad y oportunidades para la nación dominicana.