En una ambiciosa apuesta por reactivar y potenciar su sector turístico, Perú se está posicionando para convertirse en el destino turístico líder de América Latina para el año 2030. Con un horizonte claro y estrategias bien definidas, el país andino no solo pretende recuperar las cifras de turismo prepandemia, sino superarlas considerablemente en los próximos años.
En el marco del Plan 60, presentado recientemente ante el Consejo de Ministros, Perú ha delineado una serie de medidas destinadas a revitalizar un sector que enfrentó grandes desafíos durante los últimos años. Este plan es una hoja de ruta detallada hacia la recuperación y el crecimiento sostenible del turismo, con miras a aprovechar tanto su rica oferta cultural como sus impresionantes paisajes naturales para atraer a visitantes de todo el mundo.
Una de las metas más inmediatas para el 2024 es superar las estadísticas de visitantes internacionales y nacionales previas a la pandemia. Para lograrlo, Perú ha ajustado sus objetivos turísticos, apuntando a atraer 4.4 millones de visitantes internacionales, un aumento significativo respecto a la meta inicial de 3.2 millones. En cuanto al turismo doméstico, se busca incrementar el número de viajes dentro del país de 41.6 millones a 48 millones.
El impacto económico de estas metas es igualmente significativo, esperando un aumento del Producto Bruto Interno (PBI) turístico de 2.5% a 3.9% para finales de 2024. Además, el plan anticipa la creación de 1.5 millones de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, lo cual tendría un efecto positivo en la calidad de vida de aproximadamente 1 millón 500,000 habitantes, especialmente en los estratos más bajos de la sociedad.
En lo que respecta a la conectividad aérea, un aspecto crucial para el incremento del flujo turístico, Perú ha observado una disminución en el número de vuelos internacionales en años recientes. En respuesta, se están realizando esfuerzos para aumentar la frecuencia de estos vuelos y atraer nuevas aerolíneas que operen hacia el país. Estos esfuerzos se ven complementados por la expansión y mejora de infraestructuras clave, como el aeropuerto Jorge Chávez, que está previsto para soportar un aumento considerable en su capacidad operativa.
Además, el Plan 60 también destaca la importancia del turismo transfronterizo, con especial enfoque en países vecinos como Chile, Bolivia y Argentina. Se planean campañas para fortalecer los canales comerciales y se espera que al menos el 50% de los turistas extranjeros planifiquen sus viajes a través de agencias de viajes.
Otro aspecto innovador del plan es la potenciación del uso de redes sociales como herramientas clave para la planificación y promoción de viajes, tanto para turistas nacionales como internacionales. El objetivo es adaptarse a los cambios en los hábitos de consumo de los turistas, que tienden a evitar las agencias tradicionales en favor de organizar sus propios itinerarios en línea.
Perú está haciendo una apuesta clara por su futuro turístico, con estrategias que abarcan desde la infraestructura y la promoción digital hasta la cooperación con gobiernos locales y regionales para asegurar que los beneficios del crecimiento turístico se distribuyan de manera equitativa. Con estos pasos firmes, el país está en camino no solo de recuperar su vibrante sector turístico, sino de establecerse como un líder indiscutible en el panorama turístico de América Latina.