Con su inmaculada combinación de aguas turquesas y paisajes prehispánicos, Cancún se corona como el principal destino turístico de México y la playa más popular de toda Latinoamérica.
Según la prestigiosa revista Forbes, en 2019 Cancún atrajo a una impresionante cantidad de 6.150,000 turistas, consolidándose como la ciudad más visitada de toda la región latinoamericana. En el mismo año, un estudio realizado por la consultora ForwardKeys posicionó a esta joya mexicana como el segundo destino más visitado a nivel mundial, únicamente superado por Dubai. Además, la compañía de investigación Euromonitor International reveló que en 2023 Cancún fue el destino latinoamericano que más turistas recibió, alcanzando la cifra de aproximadamente 10.8 millones de visitantes y ocupando el noveno puesto a nivel global.
El ascenso meteórico de Cancún desde un oscuro rincón hasta su estado actual como meca del turismo mundial es verdaderamente notable. Antes de 1970, Cancún era apenas un asentamiento pesquero maya con una población de alrededor de 100 habitantes. Sin embargo, con la visión y determinación del gobierno mexicano, este lugar desconocido se transformó en un destino turístico de renombre internacional. La inauguración del primer hotel en 1974 marcó el comienzo de una era de desarrollo sin precedentes.
A lo largo de los años, Cancún ha experimentado un crecimiento exponencial en su infraestructura turística. Actualmente, la ciudad cuenta con cerca de 100 hoteles y opciones de alojamiento, mientras que su popularidad continúa en ascenso, atrayendo a unas impresionantes 10 millones de personas anualmente, especialmente procedentes de Estados Unidos y Canadá.
Lo que muchos no saben es que Cancún fue diseñado prácticamente desde cero sobre una isla barrera poco habitada. Este ambicioso proyecto de desarrollo incluyó la construcción de canales que, esencialmente, convirtieron a Cancún en una isla artificial, conectada al continente solo por dos puentes.
Sin embargo, la belleza de Cancún no se limita solo a sus playas de arena blanca y aguas cristalinas. La ciudad está imbuida de la rica historia de la civilización maya. A poca distancia, se encuentran asombrosas ruinas arqueológicas como El Rey, ubicadas en la misma zona hotelera, y más lejos, el icónico Chichén Itzá. Estos sitios sirven como testigos de la avanzada sociedad maya que habitó la región hace milenios, y su legado aún se puede sentir en la lengua maya que aún se habla en la región y en los nombres de lugares que provienen de este antiguo idioma.