En un movimiento audaz que intensifica la disputa territorial con Guyana, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado una serie de medidas para establecer un estado venezolano en la región del Esequibo. Esta área, controlada actualmente por Guyana, ha sido objeto de una larga disputa entre los dos países. Las recientes acciones de Maduro, incluyendo la creación de una nueva división petrolera y la designación de un alto mando militar como autoridad única, han provocado inquietudes internacionales y plantean serias preguntas sobre las implicaciones para la estabilidad en la región.
El martes, Nicolás Maduro propuso una ley para formalizar la creación de “la Guayana Esequiba” como un estado dentro de Venezuela. Según Maduro, esta iniciativa debe ser debatida y aprobada de inmediato por la Asamblea Nacional venezolana. Además, instruyó a PDVSA, la empresa estatal petrolera, para establecer una división específica para el Esequibo, denominada “PDVSA-Esequibo”. Esta división se encargará de otorgar licencias para la explotación de recursos naturales como petróleo, gas y minerales en la zona.
En un giro significativo, Maduro también anunció la creación de una “zona de defensa integral” en Tumeremo, localidad ubicada en el estado Bolívar y fronteriza con la región en disputa. Este movimiento sugiere un fortalecimiento de la presencia militar venezolana en la zona. El general Alexis Rodríguez Cabello ha sido nombrado como la “autoridad única” de este nuevo estado, consolidando aún más la afirmación de Venezuela sobre la región del Esequibo.
La decisión de Maduro de proclamar un nuevo estado venezolano en el Esequibo marca un capítulo crítico en la larga disputa territorial con Guyana. Mientras Venezuela afirma su soberanía, la comunidad internacional observa con preocupación, ante el riesgo de un aumento de tensiones en la región. El futuro de esta área, rica en recursos naturales, permanece incierto, y la respuesta de Guyana y la comunidad internacional ante estas acciones de Venezuela será crucial para determinar el desenlace de este conflicto territorial.