Petro Rechaza Críticas Extranjeras Al Fallo Contra Uribe
El gobierno de Colombia, encabezado por el presidente Gustavo Petro, elevó un reclamo formal ante la Embajada de Estados Unidos por lo que considera una injerencia indebida en los asuntos judiciales del país. La controversia se originó luego de que la representación diplomática estadounidense replicara en redes sociales las declaraciones de altos funcionarios norteamericanos que criticaron el fallo condenatorio contra el expresidente Álvaro Uribe.
Uribe fue hallado culpable de los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal, en una sentencia que marca un precedente en la historia judicial colombiana. Es la primera vez que un exmandatario enfrenta un juicio penal y recibe un veredicto condenatorio. La decisión fue emitida por una jueza penal de Bogotá tras una extensa audiencia pública que acaparó la atención nacional.
Una Condena Sin Precedentes Divide Al País
El proceso judicial contra Uribe comenzó más de una década atrás, a raíz de una denuncia por difamación que él mismo presentó contra el senador Iván Cepeda. Sin embargo, el curso de la investigación dio un giro inesperado cuando la Corte Suprema desestimó la denuncia y en su lugar abrió un expediente contra el propio expresidente por presunta manipulación de testigos.
Las pruebas clave incluyeron interceptaciones telefónicas y grabaciones realizadas por un testigo desde prisión, donde se documentaron intentos de influenciar testimonios a través de su abogado defensor. La jueza determinó que existían elementos suficientes para condenar a Uribe por dos de los tres cargos presentados. Aunque se trata de un fallo en primera instancia, la expectativa crece ante la audiencia de lectura de sentencia, en la que se definirá la duración de la pena, que podría alcanzar hasta 12 años de prisión.
Reacciones Políticas Y Diplomáticas en Aumento
La sentencia desató una ola de reacciones tanto a nivel nacional como internacional. En Estados Unidos, varios legisladores republicanos y el jefe de la diplomacia emitieron duras críticas, acusando al sistema judicial colombiano de estar politizado. La embajada en Bogotá compartió esas opiniones en sus plataformas digitales, lo que provocó una respuesta inmediata del presidente Petro.
El mandatario colombiano defendió la independencia de la Justicia y calificó los comentarios estadounidenses como una falta de respeto a la soberanía del país. Además, cuestionó el silencio institucional frente a lo que considera una ofensa contra los jueces colombianos, especialmente hacia las juezas que enfrentan ataques personales y campañas de desprestigio.
Por su parte, la Comisión Nacional de Género y No Discriminación del Poder Judicial emitió un comunicado en defensa de la jueza a cargo del caso, subrayando que los funcionarios judiciales, en particular las mujeres, enfrentan riesgos diferenciados que van desde el acoso hasta la estigmatización pública.
Un Juicio Que Redefine la Política Colombiana
La condena a Uribe no solo tiene implicaciones judiciales, sino también profundas repercusiones políticas. Fundador del partido Centro Democrático y una figura clave de la derecha colombiana, Uribe fue durante años el principal aliado de Estados Unidos en América Latina. Su liderazgo, basado en una política de mano dura contra los grupos armados, marcó una época en la seguridad del país, pero también fue objeto de fuertes críticas por violaciones a los derechos humanos y presuntos vínculos con el paramilitarismo.
A pesar de los cuestionamientos, su figura ha mantenido un alto grado de influencia en la política nacional. El fallo actual lo coloca en una nueva posición, enfrentando un descrédito judicial que podría debilitar a su partido y redefinir el mapa político en Colombia.
Mientras se espera la lectura de la sentencia y la posterior apelación de su defensa, el país vive un momento de alta polarización, con protestas a favor y en contra del expresidente, y una tensión diplomática que pone a prueba la relación con su principal socio internacional.