Preocupación Internacional Por la Polarización Y la Violencia
La Organización de las Naciones Unidas presentó su informe más reciente sobre la situación del proceso de paz en Colombia, destacando preocupaciones crecientes en torno a la polarización política y el deterioro de la seguridad. En el documento, se señala que el ambiente preelectoral ha intensificado tensiones entre actores políticos, lo que representa un riesgo para la estabilidad institucional y para el desarrollo de un proceso democrático libre de violencia.
Uno de los hechos más alarmantes incluidos en el informe es el atentado contra el senador y aspirante presidencial Miguel Uribe, un acto condenado de manera unánime por distintos sectores. Este ataque reavivó temores por un posible regreso a la violencia política del pasado, justo cuando el país se aproxima a un nuevo ciclo electoral. La ONU instó a garantizar condiciones seguras para todos los actores políticos, recordando que la democracia no puede sostenerse bajo amenaza.
Seguridad en Crisis Y Población Civil en Riesgo
El organismo internacional también alertó sobre el grave deterioro de la seguridad en varias regiones del país, donde grupos armados ilegales siguen teniendo una presencia significativa. Durante el periodo analizado, se reportaron asesinatos de excombatientes de las FARC, con un total de 10 víctimas más que se suman a una cifra acumulada preocupante desde la firma del acuerdo de paz.
En territorios como Catatumbo, Cauca, Chocó, Bolívar y Antioquia, se han intensificado los enfrentamientos entre el ELN, disidencias de las FARC y otros grupos armados. Estas acciones han generado desplazamientos masivos de población. Solo en los primeros meses del año, más de 65.000 personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares. Además, cerca de 100.000 personas estuvieron bajo condiciones de confinamiento por culpa de los enfrentamientos armados y restricciones impuestas por estos grupos.
Las comunidades más afectadas siguen siendo las indígenas y afrocolombianas, muchas veces atrapadas en medio del conflicto o víctimas de reclutamiento forzado. El informe cita datos oficiales que indican más de 460 casos de reclutamiento infantil, lo que refleja la persistencia de prácticas inaceptables en zonas con escasa presencia del Estado.
Diálogos de Paz Y Desafíos Estructurales
Aunque el Gobierno colombiano ha reiterado su compromiso con la paz, la implementación efectiva del Acuerdo Final enfrenta varios obstáculos. Si bien el 95 por ciento de los excombatientes ha finalizado sus planes individuales de reincorporación, siguen existiendo riesgos severos en zonas controladas por actores armados ilegales. La ONU subraya que sin condiciones mínimas de seguridad y recursos suficientes, estos logros podrían desvanecerse.
El proceso de diálogo con algunos grupos insurgentes se mantiene estancado, especialmente con el ELN, mientras que con otras disidencias, como el Estado Mayor de Bloques y Frentes, se han registrado avances puntuales. En este marco, se destaca la entrega de 585 artefactos explosivos por parte de una facción del ELN y la firma de acuerdos para sustituir miles de hectáreas de cultivos ilícitos en zonas clave como Nariño y Putumayo.
Sin embargo, también se reportaron tensiones entre el Ejecutivo y el Congreso, generadas por propuestas como la reforma laboral, la idea de una consulta popular y la posible convocatoria de una constituyente. Estas fricciones dificultan la creación de consensos que fortalezcan el proceso de paz.
Llamado Urgente a Garantizar Recursos Y Cooperación
En su balance final, la ONU reconoció el esfuerzo de la sociedad colombiana por construir una paz duradera, pero subrayó que los avances seguirán siendo frágiles si no se garantiza financiación adecuada y voluntad política. La falta de recursos ha limitado la respuesta humanitaria en regiones vulnerables, así como la implementación de proyectos sociales clave para la reconciliación.
El informe destaca además el papel positivo de la Misión de Verificación, que sigue facilitando la construcción de confianza entre comunidades, autoridades y excombatientes. Durante el periodo evaluado, se promovieron nuevos proyectos liderados por organizaciones de la sociedad civil y se implementaron medidas internas para prevenir abusos dentro del sistema de Naciones Unidas en Colombia.
Con poco más de un año restante del actual mandato presidencial, la ONU instó a aprovechar el tiempo restante para acelerar la implementación del acuerdo y consolidar los avances logrados. El llamado principal es claro: la paz solo será posible si se protegen los derechos de las víctimas, se fortalecen las instituciones y se erradica la violencia como herramienta política.