En recientes acontecimientos que han sacudido al estado de Chiapas, México, la violencia y el crimen organizado han mostrado un incremento alarmante. Un enfrentamiento ocurrido en la carretera Tuxtla Gutiérrez-Ocozocoautla durante las primeras horas del lunes 25 de marzo dejó un saldo de dos muertos y una persona herida, evidenciando el grave problema de seguridad que enfrenta la región. La situación ha provocado una respuesta inmediata de las autoridades y ha generado una profunda preocupación entre los empresarios locales, quienes han extendido su mano para colaborar en la construcción de soluciones a esta problemática multidimensional.
Gabriela Zepeda Soto, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas, informó sobre la rápida implementación de un grupo interinstitucional conformado por dependencias de seguridad a todos los niveles para atender los reportes del enfrentamiento. “Inmediatamente, se implementó el grupo interinstitucional conformado por dependencias de seguridad federales, estatales y municipales para atender los reportes”, indicó Zepeda Soto, asegurando además la sesión permanente de la Mesa de Construcción de Paz y Seguridad para abordar los hechos. También se mencionó la realización de sobrevuelos de seguridad, con el objetivo de brindar certeza a la población ante la escalada de violencia.
La preocupación no se limita solo a las autoridades; la iniciativa privada de Chiapas ha manifestado su inquietud ante la agudización de la violencia. Empresarios de la entidad, incluyendo a representantes de Coparmex Chiapas, Unidos por Chiapas, y otras agrupaciones, enviaron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador expresando su preocupación y ofreciendo su apoyo para construir mecanismos de atención a la creciente problemática.
Un dato que resalta la gravedad de la situación es el incremento del 32.6% en el número de carpetas iniciadas por el delito de homicidio doloso entre 2022 y 2023, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Este aumento pone de manifiesto la urgente necesidad de acciones concretas para revertir la tendencia y garantizar la seguridad de los chiapanecos.
La situación en Chiapas es un claro recordatorio de los desafíos que enfrenta México en materia de seguridad y violencia. La colaboración entre las autoridades, la iniciativa privada, y la comunidad en general se presenta como una vía indispensable para abordar esta compleja problemática. Solo a través de esfuerzos conjuntos y soluciones multidimensionales se podrá aspirar a restaurar la paz y la seguridad en Chiapas.