El Partido de la Revolución Democrática (PRD), una vez pilar de la izquierda política en México, enfrenta la pérdida de su registro como partido nacional tras no alcanzar el mínimo requerido de votos en las últimas elecciones. Este acontecimiento marca un punto de inflexión significativo en su historia y en el espectro político mexicano.
Declive Electoral
Según datos del PREP, con el 95.23% de las actas capturadas, el PRD solo obtuvo 1,078,701 votos en la reciente elección presidencial, lo que representa el 1.91% del total de votos, muy por debajo del 3% necesario para mantener su registro nacional. Fundado en 1989, el partido alcanzó su apogeo en 2006 cuando obtuvo 127 diputados federales y 29 senadores. Sin embargo, en la Legislatura LXV, su presencia se ha reducido drásticamente a tres senadores y 12 diputados federales.
Cambios Estratégicos y Consecuencias
Víctor Alarcón, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, señala que las alianzas estratégicas del PRD con otros partidos han diluido su identidad política. “Es un partido que se fue desdibujando, especialmente después de su acercamiento con Enrique Peña Nieto a partir del Pacto por México en 2012, y después por la decisión de aliarse primero con el PAN en la lógica de contener el ascenso de López Obrador en 2018,” explicó Alarcón. Estas decisiones, según él, “fueron reduciendo y agotando el margen de maniobra para este partido.”
Ascenso de Morena y la Sombra de AMLO
La creación del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) por Andrés Manuel López Obrador, quien previamente militó en el PRD, ha reconfigurado el panorama político de la izquierda en México. Morena ha capturado la esencia y el rol que anteriormente desempeñaba el PRD, relegando a este último a un papel secundario y contribuyendo a su actual crisis de identidad y relevancia.
La posible desaparición del PRD del ámbito político nacional no solo refleja un cambio en la preferencia electoral, sino también una reestructuración profunda de la izquierda mexicana. La historia del PRD es un recordatorio de cómo las dinámicas internas y las alianzas estratégicas pueden alterar drásticamente el destino de un partido político. Ahora, el futuro del PRD parece incierto, con grandes desafíos por delante para recuperar su relevancia y confianza entre los votantes.