En un reciente incidente en Culiacán, Sinaloa, 66 personas desaparecieron como resultado de lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha descrito como una “confrontación entre bandas de la delincuencia organizada”. Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador reveló detalles limitados sobre el caso, mencionando que la mayoría de las víctimas ya han sido rescatadas o han regresado a sus hogares. Este acontecimiento subraya la persistente inseguridad en la región, que sigue siendo un punto caliente debido a la violencia entre grupos delictivos.
El presidente López Obrador expresó su preocupación por la situación, afirmando: “No puedo informar mucho sobre eso por razones obvias. Decirles que se dieron estos secuestros; afortunadamente, ya la mayoría han sido rescatados o han regresado a sus casas bien. Creo que fueron alrededor de 60… (el motivo) es una confrontación de bandas”. Además, aseguró que las acciones no estaban dirigidas “contra la población en general” sino que se trataba de un enfrentamiento entre grupos criminales. La respuesta del gobierno incluyó la movilización de efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional para reforzar la seguridad en la zona afectada.
A medida que la comunidad de Culiacán y las autoridades continúan lidiando con las repercusiones de este secuestro masivo, la seguridad sigue siendo una prioridad crítica para el gobierno de México. La situación también destaca la urgencia de abordar la producción y el tráfico de sustancias ilegales como el fentanilo, un problema que el presidente también ha reconocido en diferentes regiones del país. Mientras tanto, la población de Sinaloa espera acciones concretas y efectivas para restaurar la paz y garantizar la seguridad de todos sus ciudadanos.