Durante una reciente sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, legisladores de todos los partidos representados abordaron el rumbo que debe tomar la relación bilateral entre México y Estados Unidos. El debate mostró posturas contrastantes entre oficialismo y oposición, aunque también destacó la coincidencia en torno a la importancia de preservar la soberanía nacional.
Respaldo Oficialista a la Presidenta
Los partidos que integran la coalición oficialista —Morena, Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido del Trabajo (PT)— respaldaron la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en relación con Estados Unidos. Destacaron que las negociaciones con el país vecino deben estar guiadas por el respeto mutuo, la dignidad y la firmeza en la defensa de los intereses nacionales.
Desde esta visión, se resaltó que la presidenta ha adoptado una postura clara y firme, enfocada en proteger la soberanía nacional sin cerrarse al diálogo. Para los legisladores afines al gobierno, la cooperación entre ambas naciones debe mantenerse, pero bajo condiciones de equidad y sin permitir ningún tipo de injerencia en asuntos internos. También subrayaron que las economías de México y Estados Unidos funcionan mejor cuando colaboran con base en la igualdad y la no intervención.
Además, se hizo un fuerte contraste con administraciones anteriores, recordando que gobiernos del pasado permitieron operaciones como “Rápido y Furioso” y autorizaron la entrada de agentes extranjeros a territorio mexicano, lo que —según argumentaron— puso en riesgo la soberanía del país y facilitó la entrega de recursos nacionales a intereses externos.
Críticas de la Oposición Por Falta de Firmeza
Por otro lado, los partidos de oposición —principalmente el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI)— señalaron que México ha perdido fuerza en su relación con Estados Unidos. Desde su perspectiva, la actual administración no ha sabido responder con firmeza ante los constantes señalamientos y ofensas provenientes de Washington, especialmente hacia las instituciones de seguridad y las Fuerzas Armadas mexicanas.
En esta línea, también acusaron que el Estado mexicano ha sufrido un debilitamiento institucional a lo largo de los últimos años, lo que se refleja en una menor capacidad para negociar en términos de igualdad con otros países. Según los representantes de estos partidos, esta situación ha dejado a México en una posición vulnerable y con escasa capacidad para hacer valer su soberanía frente a su vecino del norte.
Aunque la crítica fue contundente, también se hizo un llamado a que la política exterior de México esté a la altura de las circunstancias y que se asuma una defensa activa de los intereses nacionales sin recurrir al silencio o a la indiferencia institucional.
Movimiento Ciudadano Llama a la Unidad Nacional
Movimiento Ciudadano (MC), aunque se ha posicionado como una fuerza política distinta tanto del oficialismo como de los partidos tradicionales de oposición, también intervino en la discusión con un llamado a cerrar filas frente a los retos diplomáticos que enfrenta el país.
Desde esta bancada se enfatizó que, independientemente de las diferencias ideológicas o partidistas, todos los actores políticos deben actuar con responsabilidad cuando se trata de proteger la soberanía nacional. La negativa a permitir la entrada de tropas extranjeras, por ejemplo, fue señalada como una acción necesaria para preservar la autonomía de las decisiones mexicanas en materia de seguridad y política interna.
Para Movimiento Ciudadano, la representación del Estado mexicano debe estar por encima de las divisiones partidarias, especialmente cuando se trata de resistir presiones externas que podrían vulnerar el principio de autodeterminación de los pueblos.
Una Relación Bilateral en Momento Clave
El debate parlamentario refleja que la relación entre México y Estados Unidos atraviesa un momento crucial. Con tensiones crecientes en temas como migración, seguridad y comercio, los posicionamientos adoptados por el Congreso muestran que, si bien existen diferencias marcadas entre partidos, también hay una preocupación común por preservar la soberanía nacional.
Mientras el bloque oficialista defiende el enfoque de diálogo firme y la cooperación basada en el respeto mutuo, la oposición reclama mayor contundencia ante los desafíos diplomáticos. En medio de estas posturas, la voz de unidad de Movimiento Ciudadano abre la puerta a posibles acuerdos políticos más allá de las diferencias.
El futuro de la relación bilateral dependerá en gran medida de cómo se logre equilibrar la cooperación con la defensa de los intereses nacionales. Lo cierto es que el Congreso ha dejado claro que, en cualquier escenario, México no puede permitir que su soberanía sea negociable.