La nueva administración de Donald Trump ha comenzado a implementar su plan de deportaciones masivas, generando respuestas diversas en América Latina. Mientras algunos gobiernos han mostrado resistencia inicial, otros han optado por la negociación o el fortalecimiento de medidas de contención. A continuación, se analiza cómo han reaccionado los distintos países ante esta situación.
Colombia: De la Resistencia a la Negociación
Inicialmente, el presidente Gustavo Petro rechazó la llegada de aviones militares con migrantes colombianos deportados, argumentando que “los Estados Unidos no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos”. Sin embargo, ante la amenaza de un aumento de aranceles del 25% sobre las exportaciones colombianas, el gobierno revirtió su decisión.
Tras las negociaciones, la Casa Blanca anunció que Colombia aceptaría “sin restricciones” a los deportados, incluso en vuelos militares. Petro insistió en la necesidad de establecer un protocolo y pidió que las deportaciones se realicen en “aviones civiles”, subrayando que “un migrante no es un delincuente”.
México: Plan de Contingencia Y Asistencia a Migrantes
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que México ya ha recibido más de 4,000 migrantes deportados en la última semana, asegurando que “hasta ahora no ha habido un incremento sustantivo”. A pesar de la situación, México mantiene el diálogo con Estados Unidos y busca proteger los derechos de los migrantes.
Entre las medidas implementadas, el gobierno ha fortalecido sus redes consulares, lanzado la aplicación ConsulApp para informar a los migrantes sobre sus derechos y activado una red de asistencia para los deportados, incluyendo la entrega de una “Tarjeta de Bienestar Paisano” con un bono de 2,000 pesos.
El Salvador: Posible Acuerdo Como “Tercer País Seguro”
Aunque en el pasado Donald Trump criticó la gestión de Nayib Bukele en materia migratoria, recientemente ambos mandatarios han acercado posturas. Según fuentes de CBS News, Estados Unidos está negociando con El Salvador un acuerdo de “Tercer país seguro”, lo que permitiría deportar a ese país a migrantes de otras nacionalidades para que soliciten asilo allí.
Durante una conversación con Trump, la Casa Blanca elogió el liderazgo de Bukele y su lucha contra bandas criminales como el Tren de Aragua. Aunque el acuerdo aún no está finalizado, marcaría un giro en la relación entre ambos gobiernos respecto a la política migratoria.
Guatemala: Preparación Para Recibir a Los Deportados
Guatemala ha adoptado un enfoque pragmático ante la nueva ola de deportaciones. Según Danilo Rivera, director del Instituto Guatemalteco de Migración, “entre el 1 y el 24 de enero casi 3,300 guatemaltecos regresaron vía aérea desde Estados Unidos y México”.
El gobierno ha habilitado albergues y programas de reinserción laboral para los deportados. Además, se está evaluando la construcción de un centro de atención psicosocial para conocer y atender las necesidades de los migrantes retornados.
Honduras: Desmintiendo Rumores
En medio del conflicto entre Colombia y Estados Unidos, surgieron informes de que los vuelos con deportados serían redirigidos a Honduras. Sin embargo, el vicecanciller de Asuntos Consulares, Antonio García, desmintió esta información afirmando que “falso. Se lo digo con propiedad y luego de haberlo verificado”.
Por su parte, la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil aseguró que “no hubo ningún vuelo de aviones militares de Estados Unidos con deportados de nacionalidad colombiana” y prometió mantener informada a la población sobre cualquier cambio en la situación.
Brasil: Quejas Por Trato Indigno a Los Deportados
Brasil ha mantenido acuerdos con Estados Unidos desde 2018 para la repatriación de migrantes. Sin embargo, el gobierno expresó su descontento tras la llegada de un vuelo con 88 brasileños en condiciones inadecuadas.
“Es inaceptable que no se respeten las condiciones acordadas con el gobierno norteamericano”, denunció el gobierno brasileño, señalando que algunos deportados llegaron esposados. Como medida de protesta, el país impidió que el vuelo continuara su trayecto hasta Belo Horizonte, enviando a los deportados en otra aeronave con mejores condiciones.
Las reacciones de América Latina a las deportaciones masivas de EE.UU. han sido variadas. Mientras que algunos países como Colombia han cedido ante la presión comercial, otros como México y Guatemala han implementado planes de asistencia. El Salvador parece dispuesto a cooperar con Washington, mientras que Brasil ha mostrado su rechazo a ciertas prácticas.
Con la promesa de Trump de deportar hasta un millón de personas al año, los países de la región deberán continuar adaptándose a esta nueva realidad migratoria.