El río Machángara, que atraviesa la capital ecuatoriana, Quito, y recibe la mayoría de las aguas residuales industriales y domésticas sin tratar, ha sido reconocido como sujeto de derecho. Esta transformación legal busca proteger sus aguas y la biodiversidad que depende de ellas, marcando un hito en la legislación ambiental del país.
Reconocimiento Legal del Río Machángara
La sentencia judicial que declara al río Machángara como sujeto de derecho se fundamenta en la Constitución de Ecuador, que desde 2008 reconoce los derechos de la naturaleza. Esta decisión surgió tras una demanda presentada por unas 40 organizaciones sociales que incluyó informes detallando la severa contaminación del río. La justicia determinó que la contaminación violaba derechos fundamentales y responsabilizó al Municipio de Quito, ordenando un plan integral de descontaminación y restauración de las riberas.
Impacto de la Sentencia
Titi Reyes, experta en política pública municipal, explicó: “Lo que busca esta acción de protección es la sostenibilidad de este proceso en el tiempo. La sentencia permitirá que, independientemente de quién ostente la alcaldía, la descontaminación del río deba estar incluida en cada plan de gestión del Municipio para evitar que los proyectos se queden estancados”. Este fallo asegura que las futuras administraciones municipales se comprometan con la salud del río.
Problemas Ambientales y Comunitarios
El deterioro del río Machángara afecta no solo al ecosistema, sino también a las comunidades humanas y la biodiversidad de la región. María Samaniego, presidenta del Colegio de Arquitectos de Pichincha, señaló: “No es fácil volver a abrir las quebradas, pero deben ser integradas al funcionamiento de la ciudad. Hoy son empleadas como basureros, como el patio trasero”. Esto resalta la necesidad de un enfoque holístico que incluya la participación ciudadana para abordar la contaminación.
Participación Ciudadana y Académica
Blanca Ríos-Touma, del Grupo de Investigación en Biodiversidad, Medio Ambiente y Salud de la Universidad de las Américas (UDLA), reveló datos alarmantes sobre la contaminación del río. “Detectamos 26 especies virales que afectan a los humanos y otro tanto que afectan a los animales y a las plantas”, afirmó. El estudio realizado durante la pandemia de COVID-19 fue uno de los primeros en registrar material genético del SARS-COV-2 en ríos, subrayando la gravedad del problema.
Contexto Internacional y Precedentes
Ecuador no es el único país en reconocer los derechos de la naturaleza. Bolivia, Colombia y México han adoptado legislaciones similares, otorgando derechos a ríos y ecosistemas. En Ecuador, ríos como el Vilcabamba y el Alambí ya habían sido reconocidos como sujetos de derecho, sentando precedentes importantes en la región.
El reconocimiento del río Machángara como sujeto de derecho es un paso significativo hacia la protección ambiental y la sostenibilidad. Como destacó Darío Iza, representante del pueblo Kitu Kara, “esta es una oportunidad para trascender, para pasar de la esperanza de tener un río descontaminado y recuperar su memoria histórica, hacia acciones concretas que establezcan un horizonte a largo plazo, más allá de las autoridades de turno”. Esta sentencia marca un nuevo comienzo para el río Machángara y sus habitantes, promoviendo un esfuerzo conjunto entre la ciudadanía y las autoridades para garantizar un futuro más limpio y saludable.