La industria agroalimentaria en México se ha erigido como una columna vertebral del desarrollo económico del país, pero su crecimiento ha venido acompañado de desafíos ambientales significativos. Según informes recientes, esta industria es responsable de una porción sustancial de las emisiones de gases de efecto invernadero y del uso excesivo de agua en el territorio nacional.
Cristian Bustos, CEO de Beeok, empresa dedicada a soluciones tecnológicas para la sostenibilidad, destaca la urgencia de que las empresas adopten prácticas más sostenibles para mitigar este impacto. Propone estrategias como una cadena de suministro más sostenible, innovación en productos y envases, eficiencia energética y una gestión eficaz de residuos.
La conciencia ambiental de los consumidores mexicanos ha alcanzado niveles significativos. Nueve de cada 10 mexicanos muestran preocupación por el medio ambiente, y un 24% está dispuesto a pagar más por productos sustentables. Se espera un aumento gradual en la demanda de estos productos, lo que puede impulsar a las empresas a adoptar prácticas más responsables.
Sin embargo, la preocupación ambiental no se limita a las preferencias del consumidor. Recientes estudios respaldados por la NASA y la Universidad Autónoma de Nuevo León han evidenciado la contaminación generada por la Refinería de Cadereyta de Pemex. Según el secretario de Medio Ambiente estatal, Alfonso Martínez Muñoz, las industrias reguladas por el gobierno federal, como la refinería, son las principales causantes de la contaminación en la región.
A pesar de las regulaciones federales, el estado está implementando medidas para reducir las emisiones de estas empresas. No obstante, la disminución en el número de inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Nuevo León genera preocupación, ya que podría afectar la capacidad de inspección ambiental en la región.
En el ámbito de la descarbonización, se destaca la importancia de incluir biocombustibles como el bioetanol en la estrategia de Pemex y del gobierno mexicano. Galo Galeana de Biomovilidad.org resalta los beneficios ambientales, sociales y económicos de esta inclusión, que cumpliría con compromisos internacionales y reduciría costos de gasolina, además de generar una nueva industria agroindustrial en el país.
Mientras tanto, en el sector minorista, Grupo Coppel, una empresa con sede en Culiacán, ha anunciado una inversión significativa para el año 2024. La compañía planea destinar 12 mil millones de pesos para la apertura y renovación de tiendas en México. Esta inversión no solo busca mejorar la experiencia del cliente, sino también promover la sostenibilidad ambiental.
Agustín Coppel Luken, presidente del consejo y director general de Grupo Coppel, ha enfatizado el compromiso de la empresa con la sostenibilidad. Planean instalar paneles solares en más de 700 de sus inmuebles y expandir su flota eléctrica e híbrida. Además, destinan seis mil millones de pesos para su transformación tecnológica y digital en los próximos tres años, con el objetivo de reducir las emisiones de carbono y ampliar el uso de vehículos eléctricos para el año 2030.
Básicamente, la sostenibilidad del sistema alimentario mexicano depende de la adopción de prácticas más responsables por parte de las empresas, así como del apoyo gubernamental para combatir la contaminación y promover la descarbonización. La conciencia ambiental de los consumidores y las inversiones en tecnología verde son pasos importantes hacia un futuro más sustentable para México.