En la antesala de la Cumbre sobre Biodiversidad (COP 16) en Colombia, expertos han advertido sobre los efectos devastadores del narcotráfico y la minería ilegal en la Amazonia. Estos problemas no solo perjudican los ecosistemas, sino que también afectan a las comunidades locales que protegen la región. Como explicó Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible de Colombia, “gran parte de las ganancias del narcotráfico se lavan mediante la minería de oro”. Esta minería ilícita, junto con la deforestación, está destruyendo la biodiversidad de la región.
Impacto de la minería ilegal en la Amazonia
La minería ilegal de oro genera hasta 12 mil millones de dólares anuales en América Latina, afectando tanto a la selva como a las comunidades locales. José Guarnizo, director de Vorágine, precisó que en zonas como Putumayo, el oro se consigue a un precio de US$ 35, pero las organizaciones armadas lo revenden por US$ 71. Esta actividad destruye los cursos de agua debido al uso de mercurio y otros productos tóxicos, lo que genera graves problemas de salud para los habitantes.
El narcotráfico como motor de la destrucción ambiental
El procesamiento de la coca también implica el uso de sustancias altamente contaminantes como acetona, ácido sulfúrico y gasolina, que son vertidos en la selva. La geógrafa Kendra McSweeney destacó cómo el narcotráfico compra la complicidad de funcionarios para continuar con estas actividades ilícitas. “Las grandes ganancias del narcotráfico catalizan la compra de la complicidad de funcionarios”, indicó McSweeney, quien también advirtió que las respuestas militarizadas podrían empeorar la situación.
Posibles soluciones y cooperación internacional
Los expertos coinciden en que la colaboración internacional es clave para combatir estas actividades ilícitas. Según Carolina Sampó, coordinadora del Centro de Estudios sobre Crimen Organizado Transnacional de Argentina, “compartir inteligencia y trabajar conjuntamente entre los países vecinos es la única forma de derrotar a esas organizaciones”. Medidas como el congelamiento de activos y la extinción de dominio también podrían enviar un mensaje positivo a las comunidades, que suelen sentirse impotentes ante la impunidad.
La lucha contra el narcotráfico y la minería ilegal en la Amazonia requiere un enfoque coordinado entre los gobiernos de América Latina. La creación de un centro de intercambio de información en Manaos es un primer paso hacia la cooperación regional. Como lo señaló Sampó, solo mediante la colaboración internacional será posible enfrentar este desafío y proteger la Amazonia.