La situación del río Paraguay se está volviendo alarmante, ya que ha alcanzado niveles peligrosamente bajos, acercándose a su mínimo histórico registrado en 2021. La Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) informó que el nivel del río ha descendido a 0,71 metros, lo que ha generado preocupación entre expertos y autoridades debido a las posibles consecuencias para la navegación y el comercio en la región.
Acercamiento al mínimo histórico
El titular del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), Raúl Valdez, destacó la gravedad de la situación: “Efectivamente estamos a punto de tocar el nivel mínimo histórico registrado en el río Paraguay. Muy posiblemente esta semana eso suceda y además es importante aclarar que estamos tocando ese nivel al menos dos meses antes de lo que había sido en 2021″. Según Valdez, esta tendencia podría continuar por al menos 60 días más, lo que incrementaría la posibilidad de alcanzar niveles aún más bajos que los registrados previamente.
Impacto en la navegación
La situación es especialmente crítica en la zona norte del río, entre Vallemí y Concepción, donde los convoyes de embarcaciones ya enfrentan serias dificultades para transitar. “En la zona norte, aunque hay serias dificultades, los últimos convoyes están saliendo de las zonas críticas, pero ya hay algunos convoyes que están detenidos”, explicó Valdez. Esta problemática podría causar interrupciones significativas en el tráfico fluvial, afectando gravemente el comercio y el transporte de bienes.
Medidas de contingencia y proyecciones
En la zona sur, entre Pilar y Villeta, la navegación aún es posible, aunque con una considerable reducción de la capacidad de carga, aproximadamente del 40%. “Se están tomando medidas, se están haciendo trabajos de dragado, pero definitivamente las previsiones no son nada halagüeñas”, afirmó Valdez. A pesar de los esfuerzos, las obras de dragado en curso no se completarán hasta enero de 2026, lo que significa que las dificultades podrían persistir por un largo período.
La bajante del río Paraguay no solo está poniendo a prueba la infraestructura fluvial del país, sino también la resiliencia de sus operaciones comerciales. Las autoridades y expertos siguen monitoreando de cerca la situación, pero con la previsión de que los niveles sigan descendiendo, es vital que se implementen planes de contingencia eficaces para mitigar los impactos económicos y logísticos que se avecinan.