El portaaviones USS Dwight D. Eisenhower y su grupo de ataque enfrentan una intensa campaña marítima contra los rebeldes huzíes respaldados por Irán en Yemen. Con una tripulación de aproximadamente 7,000 marineros, el USS Eisenhower ha estado desplegado durante casi nueve meses, marcando uno de los períodos operativos más largos desde la Segunda Guerra Mundial.
Durante este tiempo, el portaaviones ha interceptado y destruido 15 misiles y seis drones lanzados por los huzíes, destacando la persistente amenaza en la región. Aunque efectivo, el despliegue prolongado ha generado tensiones entre la tripulación, que enfrenta condiciones de trabajo extenuantes con descansos mínimos.
Actualmente, el Pentágono debate el futuro del USS Eisenhower, con la Marina favoreciendo su retorno a Norfolk, Virginia, mientras que el Comando Central de EE.UU. aboga por mantener su despliegue para asegurar la estabilidad regional. Estratégicamente, el portaaviones es crucial en Oriente Medio al proporcionar una plataforma móvil para respuestas aéreas rápidas sin las limitaciones de las aeronaves basadas en tierra.
El Contraalmirante Marc Miguez, al mando del Grupo de Ataque del Portaaviones Dos, subraya la importancia crítica del USS Eisenhower en la estrategia militar de EE.UU., especialmente en crisis que requieren intervención inmediata. Las operaciones diarias incluyen el lanzamiento de cazas F/A-18 para neutralizar amenazas huzíes, complementadas con ataques de misiles Tomahawk contra objetivos en Yemen.
Sin embargo, las preocupaciones dentro del Pentágono sobre la logística y el bienestar de la tripulación al retornar a casa son significativas. La misión prolongada ha afectado la salud mental de los marineros, quienes enfrentan altos niveles de estrés debido al entorno de combate y la separación prolongada de sus familias.
El Almirante Miguez destaca la necesidad urgente de períodos de mantenimiento y recuperación para el USS Eisenhower y sus buques acompañantes, esenciales para mantener la preparación operativa en futuros despliegues. La posibilidad de rotar otro portaaviones o colaborar con aliados para despliegues temporales refleja los esfuerzos continuos para asegurar la seguridad marítima en la región.
El USS Eisenhower es uno de los 11 portaaviones operativos de la flota de EE.UU., vital para su presencia militar global y capacidad de respuesta rápida. A medida que se toman decisiones sobre su futuro, se moldeará la estrategia de seguridad de EE.UU. en Oriente Medio y más allá, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y desafíos estratégicos.
La resiliencia demostrada por el USS Eisenhower en este despliegue prolongado destaca su papel crucial en la guerra naval moderna y la protección de rutas comerciales internacionales. Las próximas decisiones sobre su despliegue influirán significativamente en los compromisos militares de EE.UU. en la región en los próximos años.