En una serie de acontecimientos que recalcan las tensiones entre Estados Unidos e Israel, la administración Biden ha detenido un envío significativo de bombas hacia Israel. Este movimiento estratégico se da en respuesta a la posibilidad de una ofensiva terrestre en Rafah, una ciudad en el sur de Gaza, donde residen más de un millón de desplazados palestinos. Las preocupaciones humanitarias y las advertencias presidenciales delinean un escenario complejo en las relaciones diplomáticas y militares entre ambos países.
Suspensión de Envíos de Armamento
El gobierno de Estados Unidos tomó la decisión de interrumpir la entrega de 3,500 bombas a Israel, temiendo que se utilizaran para una operación en gran escala en Rafah, una área densamente poblada y crítica desde el punto de vista humanitario. Un funcionario anónimo de Washington destacó que Israel aún no ha atendido completamente las preocupaciones de EE.UU. respecto a la protección de civiles en Rafah. “La posición de Estados Unidos ha sido que Israel no debería lanzar una operación terrestre importante en Rafah”, declaró, subrayando el riesgo para la población civil que se refugia allí.
La Advertencia de Biden
El presidente Joe Biden ha intervenido directamente, advirtiendo que cualquier incursión terrestre en Rafah podría resultar en una cesación del suministro de ciertas armas. En una entrevista reciente con CNN, Biden fue claro: “Si entran en Rafah, no les proporcionaré las armas que se han utilizado históricamente en Rafah”. A pesar de reconocer el uso previo de armamento estadounidense en acciones que han resultado en bajas civiles, Biden no considera que Israel haya cruzado una “línea roja”. Sin embargo, sus comentarios representan la advertencia más severa hasta la fecha sobre las consecuencias de una invasión terrestre.
Reacciones y Desarrollos Recientes
Israel ha respondido con decepción a las declaraciones de Biden, con su embajador ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, expresando su preocupación por las restricciones a las operaciones en Rafah, una zona crucial para los objetivos militares israelíes. Mientras tanto, en Gaza, los ataques aéreos han continuado y las fuerzas israelíes han comenzado a prepararse para lo que describen como una operación “limitada” para eliminar a combatientes de Hamas. Las tensiones también se reflejan en las negociaciones en curso en El Cairo, donde se busca un acuerdo para un alto el fuego y la liberación de rehenes y prisioneros.
La decisión de Estados Unidos de detener los envíos de armas a Israel marca un momento crítico en las relaciones entre los dos aliados. La dinámica entre la necesidad militar de Israel y las preocupaciones humanitarias planteadas por EE.UU. subraya la complejidad de la política internacional y los dilemas éticos en conflictos armados. Con las negociaciones aún en proceso y las operaciones militares en movimiento, el futuro de Rafah y sus habitantes pende de un hilo, en medio de un panorama internacional cada vez más tenso y vigilado.