Cambios en la Legislación Británica
La Corte Suprema del Reino Unido determinó que, para fines legales, el término “mujer” debe entenderse según el sexo biológico al nacer. Esta sentencia, emitida en abril de 2025, implica que las mujeres transgénero —incluso aquellas con Certificado de Reconocimiento de Género (CRG)— no serán consideradas legalmente mujeres bajo la Ley de Igualdad.
El fallo sostiene que “el concepto de sexo es binario”, y establece que cuando se hace referencia a “mujer” o “sexo” en los marcos legales, debe interpretarse como mujer biológica. Así, se autoriza a instituciones y servicios exclusivos para mujeres a limitar el acceso únicamente a personas nacidas con sexo femenino.
Organizaciones defensoras de los derechos de las personas trans han expresado preocupación, temiendo un retroceso en materia de inclusión y un posible aumento de la discriminación. Protestas ya han tenido lugar en ciudades como Edimburgo, donde se calificó la medida como un detonante en la llamada “guerra cultural”.
Restricciones en el Fútbol Femenino
Una de las primeras repercusiones prácticas de esta decisión se dio en el fútbol inglés. La Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA) anunció que a partir del 1 de junio de 2025, las mujeres transgénero no podrán participar en ligas femeninas, independientemente de su historial médico u hormonal.
Hasta entonces, la FA permitía su participación si se cumplían ciertos requisitos como mantener bajos niveles de testosterona y seguir un tratamiento hormonal. No obstante, tras el fallo judicial, estas condiciones fueron eliminadas en favor de una política más restrictiva basada únicamente en el sexo biológico.
“Sabemos que esto será duro para muchas personas que solo quieren practicar el deporte que aman”, afirmó la FA. Actualmente, solo 20 mujeres trans están registradas en ligas no profesionales. En el ámbito profesional, no hay jugadoras trans inscritas.
La organización Kick It Out, dedicada a erradicar la discriminación en el deporte, advirtió sobre las posibles consecuencias de la medida, mientras que activistas como Natalie Washington, de la campaña Fútbol vs. Transfobia, alertaron sobre un previsible aumento de los abusos hacia personas trans.
Debate Sobre el Uso de Baños Públicos
El fallo también ha generado incertidumbre respecto al acceso de las personas trans a baños públicos. La ministra de Igualdad, Bridget Phillipson, declaró que “el acceso a servicios debe regirse por el sexo biológico”, aunque evitó especificar si las mujeres trans deberán utilizar baños masculinos.
Phillipson recalcó que la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos (EHRC) será la encargada de emitir directrices específicas. La EHRC ya publicó una guía preliminar señalando que, en lugares como hospitales, comercios o restaurantes, no debe permitirse que las mujeres trans utilicen instalaciones femeninas.
La comisión también recordó que, aunque ciertas restricciones están legalmente permitidas, las personas trans no deben quedar sin acceso a instalaciones. En muchos casos, se recomienda que existan baños unisex o cubículos individuales accesibles a cualquier persona, como vía para salvaguardar la dignidad de todos los usuarios.
Hacia un Marco Legal Más Excluyente
La decisión del Tribunal Supremo sienta un precedente significativo y marca un giro en el enfoque legal británico respecto a los derechos de las personas transgénero. A pesar de que algunos sectores celebran la medida como una “definición clara” del sexo en la legislación, otros advierten de sus efectos negativos sobre la inclusión, el bienestar y la seguridad de una comunidad ya vulnerable.
La próxima implementación de códigos legales por parte de organismos como la EHRC será crucial para equilibrar la aplicación de este fallo con el respeto a los derechos fundamentales. Mientras tanto, organizaciones civiles, deportivas y comerciales enfrentan el desafío de adaptar sus políticas sin incurrir en prácticas discriminatorias.