En un hito preocupante para el cambio climático, la Tierra experimentó en 2023 su año más cálido registrado, desafiando los límites establecidos en el Acuerdo de París y marcando un punto de inflexión en la lucha global contra el calentamiento global. Según la agencia climática europea Copernicus, el año pasado, las temperaturas globales superaron los niveles preindustriales en 1.48 grados Celsius, acercándose peligrosamente al umbral crítico de 1.5 grados Celsius.
Este aumento de temperatura no solo es una estadística alarmante, sino que ha tenido repercusiones directas y devastadoras en todo el mundo. En 2023, la vida en Europa, América del Norte, China y otros lugares fue afectada adversamente por este calor extremo, contribuyendo a una serie de desastres naturales. Desde sequías prolongadas que devastaron el Cuerno de África hasta inundaciones torrenciales en Libia y los incendios forestales en Canadá que contaminaron el aire a lo largo de continentes, el impacto del cambio climático fue palpable y destructivo.
El equipo World Weather Attribution, dedicado a analizar el rol del calentamiento global en eventos climáticos extremos, investigó más de 160 eventos en 2023, pero su capacidad se vio abrumada y solo pudieron realizar 14 estudios. Estos estudios revelaron un vínculo claro entre las olas de calor mortales y el cambio climático inducido por el hombre.
En Estados Unidos, el año pasado se registraron 28 desastres climáticos que causaron daños de al menos mil millones de dólares cada uno, superando el récord anterior de 22 establecido en 2020. Estos desastres, ajustados para tener en cuenta la inflación, han mostrado un aumento alarmante desde las décadas de 1980 y 1990.
El impacto del calentamiento global se hizo sentir también en los polos, con el hielo marino de la Antártida alcanzando niveles mínimos récord y rompiendo ocho récords mensuales de baja extensión de hielo marino. Este fenómeno subraya cómo el cambio climático está remodelando no solo los climas locales, sino también los sistemas globales.
La temperatura promedio global para 2023 fue calculada por Copernicus como la más alta registrada, siendo aproximadamente un sexto de grado Celsius más cálida que el récord anterior establecido en 2016. Aunque esta diferencia puede parecer pequeña, en términos de registro climático global es significativa.
Los científicos identificaron varias causas detrás del récord de calor de 2023. El factor más significativo fue la creciente cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, derivados principalmente de la quema de carbón, petróleo y gas natural. Otros factores incluyeron El Niño, oscilaciones naturales en los océanos Ártico, sureño e Índico, mayor actividad solar, y la erupción en 2022 de un volcán submarino que envió vapor de agua a la atmósfera.
Este escenario preocupante llevó a los expertos a reflexionar sobre la viabilidad del objetivo de 1.5 grados Celsius. Aunque se superaron estos límites en ocasiones, se enfatizó la importancia de continuar los esfuerzos para limitar el calentamiento, comparando la situación con la necesidad de respetar un límite de velocidad aunque este se haya excedido previamente.