A medida que el conflicto continúa escalando en la Franja de Gaza, han surgido graves advertencias sobre una inminente hambruna en el norte de Gaza. Con el 70% de la población enfrentando un hambre catastrófica, la situación ha alcanzado un punto crítico, según un informe del Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés). Este informe, ampliamente considerado como la autoridad internacional en crisis de hambre, destaca la gravedad de la situación, indicando que la mitad de la población total de Gaza podría estar al borde de la inanición pronto.
El principal diplomático de la Unión Europea ha etiquetado la inminente hambruna como “totalmente provocada por el hombre”, subrayando el impacto devastador de utilizar el hambre como un arma de guerra. Las tensiones en aumento solo han exacerbado la crisis humanitaria, con críticas a las entregas de ayuda por ser demasiado lentas e insuficientes. A pesar de la creciente presión de los aliados internacionales, Israel enfrenta acusaciones de obstaculizar las operaciones de ayuda y de agravar el sufrimiento de la población de Gaza.
En medio de esta crisis, las fuerzas israelíes llevaron a cabo otra incursión en el hospital más grande de Gaza, el Hospital Shifa, alegando la presencia de militantes de Hamas. Se produjeron enfrentamientos, con víctimas en ambos lados. Esta incursión, junto con incursiones militares anteriores en infraestructura civil, ha generado preocupaciones sobre la seguridad de las instalaciones médicas y la protección de civiles en la zona de conflicto.
La situación en Gaza es desesperada, con barrios enteros en el norte de Gaza arrasados por el conflicto en curso. Muchos residentes se han reducido a comer alimento para animales a medida que las reservas de alimentos disminuyen y el acceso a las necesidades básicas sigue siendo limitado. El Ministerio de Salud informa que al menos 27 personas, en su mayoría niños, ya han muerto por desnutrición y deshidratación en el norte.
El último informe del IPC advierte que si el conflicto se expande a la densamente poblada ciudad de Rafah, más de un millón de personas podrían caer en la hambruna catastrófica, exacerbando aún más la crisis humanitaria. La distribución de ayuda se ve obstaculizada por hostilidades, desafíos logísticos y el colapso del orden público en Gaza, dejando a muchas poblaciones vulnerables sin recursos esenciales.
La incursión en el Hospital Shifa dejó atrapadas a miles de personas dentro, incluidos pacientes, personal médico y personas desplazadas que buscaban refugio de la violencia. A pesar de las garantías de un paso seguro para los civiles, persisten las preocupaciones sobre la seguridad de aquellos atrapados dentro del complejo hospitalario. El Ministerio de Salud de Gaza informa que más de 30,000 personas están actualmente refugiadas en el hospital, destacando la escala del desplazamiento y el impacto del conflicto en las poblaciones civiles.
Se acusa a los militantes de Hamas de usar instalaciones civiles, incluidos hospitales, como cobertura para sus operaciones, lo que ha llevado a incursiones militares israelíes en estas instalaciones. Sin embargo, se han planteado preocupaciones sobre el impacto desproporcionado de estas incursiones en la infraestructura civil y la posible violación del derecho internacional humanitario.
A medida que aumenta el número de muertos en Gaza, con civiles constituyendo una parte significativa de las víctimas, la condena internacional por la escalada del conflicto ha crecido. Los llamamientos a Israel para que facilite la entrada de ayuda y asegure la protección de los civiles se han intensificado, a medida que la crisis humanitaria en Gaza alcanza un punto crítico.
El pueblo de Gaza enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, con el espectro de la hambruna planeando sobre la región. A medida que el conflicto continúa, se necesita una acción urgente para aliviar el sufrimiento de los civiles y prevenir más pérdidas de vidas en la tragedia en curso de Gaza.