El 2024 presentó retos significativos para China, desde problemas económicos internos hasta desafíos internacionales derivados de su relación con Rusia. A medida que se acerca el 2025, cinco temas destacan como cruciales para la estrategia del gigante asiático.
1. Una Rivalidad Renovada Con Estados Unidos
La llegada de Donald Trump a la presidencia en enero promete una política más agresiva hacia China. Trump ha anunciado aranceles del 60%, intensificando la guerra comercial que comenzó durante su mandato anterior. Sin embargo, “China ha aprendido de experiencias previas,” según analistas, y empresas como Huawei han reducido su dependencia de tecnologías estadounidenses mientras expanden su influencia en otros sectores. Además, las restricciones chinas a la exportación de tierras raras reflejan una postura más firme ante estos conflictos.
2. Las Guerras Tecnológicas Globales
El desarrollo tecnológico de China sigue desafiando la supremacía comercial de Estados Unidos. Los semiconductores son un campo clave en esta competencia, donde Pekín busca consolidarse como líder global. “China quiere establecer estándares tecnológicos globales, similar a lo que la UE hizo con la gestión de datos,” apuntan expertos. Este enfoque, conocido como el “efecto Pekín,” podría otorgar a China una ventaja estratégica en el futuro.
3. Los Aranceles de la Unión Europea
Europa también plantea desafíos para China, especialmente tras la imposición de aranceles sobre vehículos eléctricos chinos. En respuesta, Pekín aplicó aranceles a productos como el brandy francés. Estas tensiones surgen en un momento crítico, ya que China incursiona en tecnologías avanzadas y enfrenta la posibilidad de un mayor alineamiento entre Bruselas y Washington.
4. La Compleja Relación Con Rusia
Rusia es un socio clave para China en recursos naturales y mercados, pero esta relación ha perjudicado los vínculos de Pekín con Europa. La guerra en Ucrania sigue siendo un distractor útil para China, desviando la atención de Estados Unidos. Sin embargo, un posible acercamiento entre Moscú y Washington, especialmente si el plan de paz de Trump tiene éxito, podría alterar el equilibrio estratégico para Pekín.
5. Conflictos en Medio Oriente
La inestabilidad en Medio Oriente representa otro desafío emergente para China. Regiones como Irán son fuentes clave de petróleo, pero conflictos armados podrían interrumpir estos suministros. Además, la guerra civil siria ha renovado preocupaciones sobre la influencia del Partido Islámico del Turquestán (TIP) en la región china de Xinjiang. “China enfrenta críticas internacionales por sus tácticas hacia los uigures, lo que podría complicar aún más su posición global,” destacan observadores.
Preparándose Para El 2025
Aunque los desafíos son numerosos, China no se queda de brazos cruzados. Pekín estudia las sanciones aplicadas a Rusia como referencia para evitar medidas similares en caso de un conflicto por Taiwán. “El 2025 será crucial para definir la capacidad de China de forjar nuevas alianzas, explorar mercados y fortalecer su liderazgo tecnológico,” concluyen expertos.