Apertura al Alza con Sesgo Geopolítico
Los precios del petróleo arrancaron la jornada con avances moderados, en medio de la cautela de los inversionistas ante la cumbre entre Estados Unidos y Rusia prevista para el viernes en Alaska. A primeras horas en Ciudad de México, los futuros del Brent ganaban alrededor de 0.5% y el WTI avanzaba en un rango similar, después de que el presidente Donald Trump advirtiera “graves consecuencias” para Vladimir Putin si no se alcanza un progreso hacia la paz en Ucrania. La expectativa de posibles cambios en los flujos de crudo ruso, ya sea por eventuales alivios o por un endurecimiento de sanciones, añadió una prima de riesgo al mercado desde la apertura.
Factores que Limitan el Avance
Más allá del componente geopolítico, el repunte del crudo enfrentó resistencias por fundamentos débiles. En Estados Unidos, los inventarios de petróleo aumentaron cerca de 3 millones de barriles en la última semana reportada, una cifra que suele presionar a la baja los precios al sugerir oferta holgada. Al mismo tiempo, previsiones recientes del gobierno estadounidense y de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) apuntan a mayor producción global hacia finales de 2025 e inicios de 2026, tanto de miembros de OPEP+ como de productores fuera del cartel. Ese telón de fondo limita las alzas y mantiene al mercado oscilando en un rango.
La lectura macro también incide. Operadores siguen descontando la posibilidad de un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre, lo que daría algo de soporte a la demanda energética; sin embargo, el impulso de esa expectativa se ve compensado por señales de desaceleración manufacturera en varias economías y por el enfriamiento estacional del consumo de combustibles al término del verano boreal. En conjunto, la foto de corto plazo es la de un mercado sensible a titulares, pero aún anclado por un superávit relativo de oferta.
Cómo la Cumbre Puede Mover la Oferta
El mercado debate tres rutas plausibles derivadas del encuentro entre Trump y Putin. En un escenario de entendimiento parcial sin cambios sustantivos en sanciones, los precios tenderían a estabilizarse, con la prima geopolítica desinflándose gradualmente. En un acuerdo más amplio que contemple alivio a las restricciones sobre los flujos de crudo ruso, el impacto sería bajista por expectativas de mayor disponibilidad de barriles. Por el contrario, un fracaso visible, acompañado de sanciones adicionales o aranceles secundarios dirigidos a compradores de crudo ruso, especialmente en China e India, reactivaría la preocupación por el suministro y podría empujar los precios al alza. Firmas de análisis como Rystad Energy subrayan que la incertidumbre en torno a las conversaciones sigue añadiendo una prima de riesgo, dado que los compradores del crudo ruso podrían enfrentar presión económica adicional según el desenlace.
La lectura del mercado es que la elasticidad de oferta rusa ha sido clave durante los últimos trimestres, mediante desvíos de rutas, descuentos y una flota opaca de tanqueros. Cualquier ajuste normativo que encarezca o entorpezca esas corrientes tendría efectos casi inmediatos en diferenciales y curvas, primero en spreads de referencia y después en precios spot, aunque el alcance dependerá de la coordinación de medidas por parte de Washington y sus aliados.
Perspectivas Inmediatas para el Mercado
A corto plazo, los operadores vigilan dos vectores: la señal política que salga de Alaska y la evidencia dura de balance físico. Si la nota diplomática es ambigua, la atención regresará a los datos: inventarios semanales en Estados Unidos, niveles de exportación rusa y el pulso de la demanda en Asia. En paralelo, la estructura de mercado ha tendido a estrecharse con el fin del pico estacional, reflejando que las primas por escasez inmediata se moderan cuando la oferta supera a la demanda. Sin un shock político claro, ese patrón podría dominar el resto de la semana.
Para hoy, el sesgo luce lateral-alcista en tanto la prima geopolítica no se disipe. Pero las proyecciones de mayor producción hacia finales de 2025 y 2026, junto con las existencias elevadas en Estados Unidos, siguen actuando como techo natural para el rally. En consecuencia, los riesgos de cola, sanciones extra o alivios significativos, pueden mover el mercado rápidamente, pero el escenario base continúa siendo de avances contenidos y sensibilidad extrema a titulares y datos de oferta-demanda.