Este viernes, México celebró un hito en su infraestructura y desarrollo económico con la inauguración del tren interoceánico por el Istmo de Tehuantepec, liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Este proyecto promete no solo impulsar el comercio entre el Atlántico y el Pacífico, sino también revitalizar el sur del país, una región históricamente desatendida. El tren interoceánico, que busca competir con el saturado Canal de Panamá, representa una visión ambiciosa y un paso significativo hacia el progreso económico y turístico de México.
El tren, que conectará los puertos de Salina Cruz en Oaxaca (Pacífico) y Coatzacoalcos en Veracruz (Atlántico), es parte de un proyecto más amplio que incluye la rehabilitación de 1.197 kilómetros de vía férrea en tres líneas. El tramo inaugurado, de 227 kilómetros, ofrecerá tres clases de pasajeros y cruzará también los estados de Chiapas y Tabasco.
Además, el presidente AMLO resaltó la importancia histórica del proyecto, mencionando que la idea de unir ambos océanos se remonta a la época de la invasión española, cuando Carlos V encargó a Hernán Cortés encontrar un paso entre los dos mares. Hoy, siglos después, ese sueño se convierte en realidad.
Con una capacidad proyectada para manejar 300.000 contenedores anualmente para 2028, el tren interoceánico busca aliviar la saturación del Canal de Panamá y fortalecer el comercio, especialmente con Asia. Este desarrollo se suma al recién inaugurado Tren Maya, formando parte de una estrategia integral para el desarrollo del sur de México.
La inauguración del tren interoceánico es un hito en la historia de México, marcando el comienzo de una nueva era en el transporte y el comercio. Con una visión clara de desarrollo sostenible y progreso económico, el gobierno de AMLO busca transformar el sur del país, una región con gran potencial aún no explotado. Este proyecto no solo es una obra de infraestructura significativa, sino también un puente hacia un futuro más próspero y conectado para México.