En Argentina, una peculiaridad del mercado de divisas está afectando las transacciones diarias de sus ciudadanos: la problemática de los dólares de “cara pequeña”. Este término hace referencia a los billetes estadounidenses más antiguos en circulación, impresos entre 1914 y 1996, que presentan un diseño con un retrato más pequeño de figuras históricas como Benjamin Franklin. A pesar de ser moneda legal y válida, estos billetes son rechazados o devaluados en transacciones privadas y en el mercado informal, creando un inesperado obstáculo para aquellos que han guardado estos billetes como ahorro.
Antonella Spampinato y Mariano Agüero, al igual que muchos argentinos, se encontraron con este problema al intentar mudarse a los suburbios de Buenos Aires. Sus ahorros en dólares “de cara chica” no eran aceptados para la compra de su nueva propiedad, lo que les obligó a buscar alternativas para cambiar estos billetes por otros más nuevos. Este fenómeno se debe a un malentendido originado hace años, cuando un artículo en un medio estadounidense sugirió erróneamente que la Reserva Federal dejaría de reconocer estos billetes, según explicó un cambista conocido como Gonzalo a BBC Mundo.
El rechazo hacia estos billetes no es exclusivo de Argentina, pero en este país, altamente dolarizado debido a la desconfianza en su moneda local constantemente devaluada, el problema es particularmente grave. Los argentinos se enfrentan al dilema de cómo convertir estos dólares menos deseados en billetes de series más nuevas, con opciones que van desde viajar al extranjero hasta recurrir a los mercados ilegales, donde se pueden intercambiar estos billetes por una tasa.
La situación destaca un desafío singular en la economía argentina, donde incluso el valor de la moneda extranjera más confiable se ve afectado por percepciones y malentendidos. A pesar de las aclaraciones de las autoridades, persiste la preferencia por los billetes de diseños más recientes, lo que subraya la complejidad de la economía informal y la psicología del mercado en Argentina.