El año 2022 se presenta como un periodo de significativos retos para América Latina, marcado por el esfuerzo de recuperación tras el impacto devastador de la pandemia de covid-19. A medida que los gobiernos y bancos centrales retiran gradualmente los estímulos fiscales y monetarios implementados para contrarrestar las consecuencias económicas del virus, la región enfrenta la perspectiva de un crecimiento modesto, desafíos en las cadenas de suministro, inflación creciente y condiciones financieras más restrictivas. Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Cepal, advierte sobre una situación compleja y difícil para América Latina, en un contexto de lenta recuperación del empleo, bajos niveles de inversión y productividad, y poco espacio para maniobras fiscales.
La economía latinoamericana se encuentra en un punto de inflexión, con una proyección de crecimiento de solo el 2,1% para 2022, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Esta desaceleración se ve influenciada por varios factores cruciales: un crecimiento global más lento, con Estados Unidos y China, los principales socios comerciales de la región, mostrando señales de ralentización; condiciones financieras más restrictivas ante la persistencia de presiones inflacionarias; y un panorama menos favorable para los precios de las materias primas, que no repetirían el fuerte aumento registrado el año anterior.
La inflación, en particular, emerge como una preocupación central, con países como Brasil y México experimentando los niveles más altos en décadas, impulsados por el aumento sostenido en el precio de la energía y los alimentos. Este contexto inflacionario plantea un dilema para los bancos centrales de la región, que deben equilibrar la necesidad de controlar la inflación sin obstaculizar el crecimiento económico y la generación de empleo. Titelman subraya la importancia de no sacrificar demasiado el crecimiento por preocupaciones inflacionarias, señalando que existen otras herramientas más allá de las tasas de interés para controlar la inflación.
El año 2022 desafía a América Latina a navegar por un camino estrecho entre la recuperación económica y el manejo de vulnerabilidades estructurales exacerbadas por la pandemia. La región debe enfrentarse a estos desafíos con una estrategia equilibrada que fomente el crecimiento mientras mantiene la inflación bajo control. Aunque el camino por delante es incierto, la capacidad de adaptación y la implementación de políticas económicas adecuadas serán clave para superar los obstáculos y asegurar un futuro más próspero para América Latina.