En los últimos años, Colombia ha experimentado un notable aumento en la entrada de remesas, impulsado significativamente por el incremento del flujo migratorio hacia el exterior desde el comienzo de la pandemia. Según el Banco de Bogotá, el país recibió 10,091 millones de dólares en remesas durante 2023, cifra que se espera aumente a 10,700 millones de dólares en 2024. Este fenómeno no solo refleja un cambio en las dinámicas económicas globales post-pandemia, sino que también destaca la creciente importancia de las remesas como una fuente crucial de divisas para la economía colombiana.
El equipo de Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados del Banco de Bogotá proyecta que la tendencia al alza en la entrada de remesas a Colombia continuará este año, evidenciando el rol vital de estos flujos monetarios en el panorama económico del país. “La tendencia alcista en la entrada de remesas se afianzó tras la pandemia, como consecuencia de un mayor flujo de migrantes al exterior, al tiempo que el crecimiento económico mundial se recuperó”, destaca el informe del banco. Este incremento se debe, en parte, a las políticas migratorias algo menos restrictivas de países como Estados Unidos y a la recuperación de la economía global, que promedió un avance de 4.3% entre 2021 y 2023 tras la caída de 2.8% en 2020.
Las remesas no solo se han convertido en un pilar para el gasto de los hogares colombianos sino que también han actuado como un estabilizador de la tasa de cambio, colocándose como el segundo mayor generador de flujos corrientes de dólares en el país, solo detrás del petróleo. La relevancia de las remesas ha crecido exponencialmente, pasando de representar el 1.1% del PIB de Colombia en 2014 al 2.8% en 2023. A pesar de este crecimiento, la participación de las remesas en el PIB colombiano sigue siendo modesta en comparación con otras economías de la región, como Jamaica, Haití, Honduras y El Salvador, donde representan entre el 20% y el 23% del PIB.
Las remesas emergen como un componente esencial de la economía colombiana, reflejando no solo los cambios demográficos y económicos globales sino también la resiliencia y adaptabilidad de los hogares colombianos. A medida que Colombia continúa fortaleciendo su economía y expandiendo su presencia global, las remesas jugarán un papel cada vez más crucial en el desarrollo económico y social del país.