La inflación en México mostró una ligera desaceleración durante la primera quincena de junio de 2025, alcanzando una tasa anual de 4.51%, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Este nivel representa una reducción respecto al dato anterior de 4.62% registrado en la segunda quincena de mayo, confirmando una tendencia a la baja en los precios generales.
A pesar del descenso observado, la inflación sigue ligeramente por encima del objetivo establecido por el Banco de México (Banxico), situado en un rango de 3% con un margen de variación de ±1 punto porcentual. Este ligero desajuste sigue siendo motivo de atención para las autoridades monetarias.
Factores Clave en la Moderación de la Inflación
La reducción en la tasa inflacionaria puede atribuirse principalmente a la apreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense, situación que ha disminuido parcialmente la presión sobre los precios de bienes importados. Además, una relativa estabilidad en los precios internacionales del petróleo ha contribuido a mantener bajo control los costos energéticos, lo que indirectamente también ha beneficiado al consumidor.
Sin embargo, otro factor relevante en esta desaceleración es la desaceleración económica interna, impulsada en parte por condiciones financieras más estrictas y una menor demanda interna. Este entorno económico más débil tiende a limitar los incrementos significativos en precios al consumidor, especialmente en bienes no esenciales y servicios.
Inflación por Componentes
Al analizar por separado los distintos componentes del índice inflacionario, la inflación subyacente, que excluye productos volátiles como energía y alimentos frescos, se situó en 4.20%. Este resultado refleja un incremento de 5.19% en servicios y de 3.84% en mercancías, destacando que aún persisten presiones en rubros específicos de consumo básico.
Por otra parte, la inflación no subyacente registró un crecimiento del 6.73%, impulsado principalmente por incrementos en productos agropecuarios. En particular, destaca el alza del 17.28% en los precios de frutas y verduras, generando una preocupación considerable en los hogares mexicanos, al representar estos alimentos una parte sustancial de su canasta básica.
Política Monetaria y Expectativas a Futuro
La actual desaceleración inflacionaria y la fragilidad del entorno económico han abierto la puerta a nuevas discusiones sobre política monetaria en México. Especialistas y analistas económicos anticipan que Banxico podría continuar con su tendencia reciente de reducción de tasas de interés, que en mayo ya registró tres recortes consecutivos de 50 puntos base, llevando la tasa de referencia actual al 8.5%.
La expectativa es que en la próxima reunión de política monetaria se anuncie otro ajuste a la baja de 50 puntos base, ubicando así la tasa en 8.0%, lo que representaría su nivel más bajo desde agosto de 2022. A pesar de esta expectativa generalizada, algunos expertos advierten que la decisión podría no ser unánime debido a las aún presentes presiones inflacionarias en ciertos sectores clave, especialmente alimentos frescos y servicios esenciales.
Consideraciones Finales
La moderación en la inflación general es una señal positiva, pero la situación económica aún presenta riesgos importantes. El encarecimiento de productos básicos, particularmente frutas y verduras, sigue siendo elevado y preocupante para muchas familias mexicanas. El éxito a mediano plazo dependerá en gran medida del comportamiento de factores externos como el tipo de cambio, precios internacionales del petróleo y estabilidad en los mercados financieros globales.
Ante este escenario, tanto los consumidores como las autoridades monetarias continuarán observando cuidadosamente las cifras inflacionarias y las decisiones del Banco de México, esperando que las medidas adoptadas sean efectivas para estabilizar plenamente los precios y apoyar una recuperación económica sostenible.