El reciente “lunes negro” ha causado una notable depreciación en el valor del peso mexicano, una situación que, según el experto Eduardo Esquivel Ancona, será temporal y pronto se estabilizará. A pesar del júbilo de los opositores al gobierno de la Cuarta Transformación, se espera que la moneda mexicana recupere su estabilidad en los próximos días.
Turbulencia en los mercados financieros
La inestabilidad de los mercados financieros comenzó la madrugada del lunes 5 de agosto, cuando las bolsas de valores en Asia reportaron caídas drásticas, seguidas por mercados en Europa, Estados Unidos y América Latina. Esta cadena de eventos afectó severamente al peso mexicano, que sufrió una depreciación de 2.85% en un solo día.
“La depreciación de la moneda mexicana será temporal y pronto se calmará la turbulencia cambiaria, lo que posiblemente provoque tristeza entre los opositores”, afirmó Eduardo Esquivel Ancona.
Causas de la depreciación
Diversos factores han contribuido a la caída del peso frente al dólar, incluyendo la alta tasa de desempleo en Estados Unidos del 4.3%, la lenta respuesta de la Reserva Federal, la reversión de un mercado de divisas popular y la preocupación por los ingresos de grandes corporaciones.
Desde la noche del domingo 4 de agosto, el peso comenzó a perder valor, alcanzando las 20 unidades por dólar en algunos momentos.
Beneficios y desafíos de la depreciación
A pesar de las dificultades, la depreciación del peso también trae consigo algunos beneficios:
– Las exportaciones mexicanas se vuelven más competitivas en el mercado internacional.
– Las familias que reciben remesas obtienen más pesos por sus dólares.
– Los turistas extranjeros encuentran más atractivo visitar México.
– El Banco de México podría tener remanentes de operación, útiles para pagar deudas y financiar proyectos de infraestructura.
Impacto en el futuro gobierno
El gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, que comenzará el 1 de octubre, recibirá una moneda mexicana apreciada, algo que no sucedía desde el mandato de Luis Echeverría Álvarez en 1970. Sin embargo, la depreciación también implica desafíos, como el combate a la inflación, ya que el costo de las importaciones aumenta.
En resumen, aunque el “lunes negro” ha tenido un impacto negativo en el peso mexicano, este efecto será temporal. La moneda mexicana pronto recuperará su estabilidad, y los beneficios de esta depreciación podrían ser aprovechados en diversos sectores de la economía. Como destacó Eduardo Esquivel Ancona, la situación se calmará, brindando un panorama más optimista para el futuro.