Las actividades de Hezbolá, un movimiento chiita vinculado a Irán, están generando una creciente preocupación en Estados Unidos debido a sus operaciones en Chile y otras partes de América Latina. Autoridades estadounidenses, incluidos miembros destacados del Senado, han expresado su inquietud sobre la capacidad de este grupo para amasar fondos y fortalecer sus redes en la región, lo que podría tener implicaciones de seguridad más amplias.
Hezbolá en Chile y América Latina
Marco Rubio y la alerta en el Senado
Durante una reciente sesión del subcomité de Relaciones Exteriores del Senado, el senador republicano Marco Rubio destacó la conexión entre Hezbolá y varios grupos criminales transnacionales en América Latina. “Estamos muy preocupados por las operaciones de Hezbolá en toda la región, así como en Chile”, declaró Mark Wells, subsecretario adjunto para América Latina y el Caribe en el Departamento de Estado. Rubio acusó directamente al grupo de recolectar fondos en la región para enviarlos a su organización en varios países, incluido Chile.
La postura de Chile bajo Boric
Diplomacia y derechos humanos
El presidente chileno Gabriel Boric, conocido por su defensa de los derechos humanos y una postura crítica hacia Israel, ha sido objeto de críticas por parte de Rubio, quien cuestiona la suficiente acción chilena contra las redes financieras de Hezbolá. Sin embargo, Wells respondió destacando el compromiso de Boric con los derechos humanos y su manejo diplomático de la población musulmana en Chile, que frecuentemente se pronuncia sobre cuestiones relacionadas con Israel.
La preocupación de Estados Unidos sobre Hezbolá en América Latina es un reflejo de las tensiones geopolíticas más amplias y la influencia de Irán en la región. Mientras que figuras como Rubio presionan por una postura más firme contra Hezbolá, otros destacan la importancia de una diplomacia equilibrada y el respeto a los derechos humanos. La situación requiere una vigilancia continua y una cooperación internacional efectiva para desmantelar redes de financiamiento y operaciones que puedan representar una amenaza para la seguridad regional.