El sector bancario en Chile enfrentó un año desafiante en 2023, marcado por una significativa disminución en sus ganancias, que cayeron un 20.7% interanual, situándose en 5,075 millones de dólares. Según la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), este descenso se atribuye principalmente a una reducción real en el margen de intereses y reajustes, además de un incremento en los impuestos. A pesar de esta tendencia anual negativa, diciembre mostró un alza mensual del 3.40%, impulsada por una mejora en varios indicadores financieros, tales como el margen de intereses, ingresos netos por comisiones, una disminución en los impuestos, y un mejor resultado financiero neto, aunque matizado por un aumento en los gastos operacionales y pérdidas crediticias.
La industria, que ya había experimentado caídas de hasta el 39% en las ganancias de los principales bancos, encontró un respiro en diciembre. Banco de Chile, por ejemplo, logró liderar el sector con ganancias que superaron los 1,400 millones de dólares, normalizando su rentabilidad en línea con la disminución de la inflación. El análisis del panorama económico realizado por Banco de Chile reveló que el sector bancario tuvo que navegar por un entorno complejo, marcado por una contracción en la actividad crediticia y un estancamiento en el crecimiento económico del país. Este escenario fue exacerbado por la incertidumbre política y una serie de reformas gubernamentales que impactaron negativamente en la inversión privada, la cual se esperaba que cayera un 1.9% durante el año.
A medida que el sector bancario chileno avanza hacia la recuperación, los resultados de 2023 subrayan la importancia de adaptarse a los cambios económicos y políticos. La capacidad de la banca para ajustarse a estos desafíos determinará su éxito en el futuro. La resiliencia mostrada en diciembre podría ser un indicador temprano de una posible estabilización, aunque la industria sigue siendo cautelosa ante un panorama económico aún incierto.