En un contexto global de incertidumbre económica, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha presentado su análisis y proyecciones para el crecimiento económico de México y la región en 2023. A pesar de la desaceleración de los flujos comerciales a nivel mundial, México experimenta un aumento en su Producto Interno Bruto (PIB), impulsado por factores como el nearshoring y la inversión pública. Sin embargo, desafíos como la inflación, las tasas de interés y eventos climáticos adversos como el huracán Otis plantean retos significativos para el país y la región.
CEPAL ajustó su pronóstico para el PIB de México en 2023 a un crecimiento del 3.6%, superior al 2.9% estimado previamente. Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL, destacó la importancia de la cercanía con Estados Unidos, cuya economía se espera desacelere a 1.5% en 2024, como un factor relevante para el crecimiento mexicano. Además, señaló la influencia de la desaceleración de los flujos comerciales globales como un factor negativo.
No obstante, la CEPAL resaltó elementos positivos como el incremento del 19.7% en la inversión fija bruta, atribuido al nearshoring y a la inversión pública. También se observó una fortaleza en el consumo y el gasto a lo largo del año. A nivel regional, la CEPAL predice un crecimiento del PIB de 1.9% en 2024 para América Latina y el Caribe, con Guyana, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas liderando el crecimiento.
En cuanto a la inflación, se espera una desaceleración en la mayoría de los países de la región, incluyendo México. Sin embargo, el alto déficit presupuestario de México en 2024, estimado en 4.9% del PIB, el más alto desde 1988, es visto por Titelman como sostenible y no preocupante.
José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, enfatizó la necesidad de políticas de desarrollo productivo que impulsen la inversión y el financiamiento en la región, frente a desafíos como la alta deuda pública y el limitado espacio fiscal.
En resumen, el panorama económico para México y América Latina en 2023 es de crecimiento moderado pero estable, marcado por desafíos globales y regionales. La resiliencia y adaptabilidad serán claves para enfrentar las fluctuaciones económicas, el alto nivel de deuda pública y los desafíos climáticos, asegurando así un desarrollo sostenible en la región.