El cierre del año 2023 no trajo buenas noticias para el ecosistema emprendedor en Chile. Según los recientes Indicadores de Dinámica de Empresas (IDE) publicados por el Banco Central, diciembre marcó una tendencia descendente en la creación de nuevas empresas, registrando una caída anual del 2.2%. Este dato pone en perspectiva los desafíos que enfrenta la economía chilena, donde solo se crearon 11,146 compañías en el último mes del año, contrastando con la variación interanual de 6.5% observada en noviembre.
El informe, que se nutre de datos suministrados por el Servicio de Impuestos Internos (SII), revela detalles interesantes sobre el perfil de estas nuevas entidades. Predominantemente, las microempresas son las que más han ingresado al mercado, representando la mayor parte de las nuevas inscripciones, seguidas por las pequeñas empresas. En cuanto a sectores, el comercio lidera la entrada de nuevas firmas, seguido por los servicios personales y empresariales, mientras que las actividades inmobiliarias, EGA y gestión de desechos, y la minería registraron los menores incrementos.
Pese a la disminución en la creación de nuevas empresas, se observa un leve aumento del 1.3% en el número de empresas que declaran ventas, sumando un total de 741,927 en diciembre. Esto indica un panorama mixto en el que, aunque hay menos entradas nuevas al mercado, las empresas existentes muestran cierta resilencia en sus operaciones comerciales.
El debate sobre el sistema tributario en Chile, que se espera retomar en marzo, añade una capa adicional de incertidumbre para el ambiente de negocios. Los emprendedores y líderes empresariales estarán atentos a los desarrollos en esta área, ya que podría tener implicaciones significativas para la creación y expansión de empresas en el futuro.
El año 2023 se cierra con un recordatorio de los retos que enfrenta la economía chilena en términos de fomento empresarial. Aunque la disminución en la creación de empresas señala una necesidad de políticas de apoyo más fuertes, la capacidad de las empresas existentes para seguir operando en circunstancias difíciles ofrece un rayo de esperanza. Mirando hacia adelante, será crucial para Chile encontrar maneras de estimular el espíritu empresarial y asegurar un entorno favorable para el crecimiento de nuevas y existentes empresas.