En el mundo del fútbol, donde la pasión y el esfuerzo se esperan tanto dentro como fuera del campo, las declaraciones recientes de Diego Cocca, exdirector técnico del Tricolor, resuenan con un eco de decepción y crítica hacia el compromiso de los jugadores de la Selección Mexicana. La derrota en la final de la Concacaf Nations League frente a Estados Unidos no solo fue un revés en términos deportivos sino que también abrió la puerta a un análisis más profundo sobre la ética de trabajo y la mentalidad de los seleccionados nacionales.
Cocca, en una franca entrevista con David Faitelson, no se guardó nada al expresar su frustración con los jugadores, sugiriendo que “No les gusta trabajar mucho”. Esta declaración surge en un contexto de descontento generalizado tras el fracaso de México en el torneo, cuestionando no solo las habilidades en el campo sino también la voluntad y el deseo de superación personal y colectiva de los jugadores. El técnico argentino intentó, durante su corto periodo al frente del equipo, infundir un nuevo espíritu y cambiar la mentalidad de los jugadores, enfrentándose a la difícil tarea de transformar la cultura interna del equipo.
El paso de Cocca por la selección fue breve, culminando con su cese después de una derrota contundente ante Estados Unidos en las semifinales de la misma competición, lo que finalmente abrió el camino para la llegada de Jaime Lozano. A pesar de los esfuerzos de cambio, la falta de resultados visibles pone en duda la efectividad de estas iniciativas y el verdadero alcance de los problemas que enfrenta el equipo nacional.
Las palabras de Diego Cocca arrojan luz sobre una problemática de compromiso y motivación que parece afligir a la Selección Mexicana. Mientras el debate sobre el trabajo y la mentalidad necesarios para triunfar en el fútbol internacional continúa, queda claro que el camino hacia la redención es tanto de introspección como de acción. La pregunta que permanece es si los futuros esfuerzos podrán finalmente alinear el talento indudable del equipo con el trabajo arduo y la dedicación necesarios para alcanzar el éxito en el escenario internacional.