La virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha reafirmado su compromiso de convertir a México en una “potencia mundial en ciencia”. Para ello, ha decidido crear una nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación. Sin embargo, persisten dudas sobre cómo se logrará esto si se mantienen los actuales presupuestos y se busca una política de mayor austeridad.
Estrategias de Transformación Científica
Una vez que Claudia Sheinbaum Pardo anunciara a Rosaura Ruiz Gutiérrez como titular de la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, se ha revisado el documento “100 pasos para la Transformación”, que incluye un apartado sobre Educación, Ciencia y Cultura. Este documento establece como prioridad evaluar y enriquecer la agenda de proyectos estratégicos y fomentar la participación de sectores académicos, públicos, sociales y privados en el desarrollo de investigación y aplicación de conocimientos en áreas estratégicas.
Según el documento, será crucial reforzar la estrategia de los Proyectos Nacionales de Investigación e Incidencia, dando continuidad al desarrollo científico y tecnológico en ciencias básicas, naturales, sociales y humanidades. “La participación del sector académico, público y los sectores social y privado es esencial para desarrollar investigación en áreas estratégicas”, menciona el texto.
Aumento del Presupuesto para Ciencia y Tecnología
Un punto crítico será el presupuesto. En los últimos seis años, el presupuesto para CTI (Ciencia, Tecnología e Innovación) ha estado en mínimos históricos. Por ejemplo, en 2024, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conahcyt) recibió 33,170 millones de pesos, menor al presupuesto de 2015. A pesar de las promesas de aumento presupuestal, Sheinbaum ha especificado que no habrá incremento inmediato y que se mantendrá una política de austeridad. “Vamos a darle todavía un apretón más a los gastos de operación en algunos lugares, con más austeridad republicana, sin afectar los proyectos prioritarios y la operación de gobierno”, dijo la presidenta electa.
Programa de Apoyo y Transferencia de Conocimiento
Una propuesta destacada es la creación de un Programa de apoyo y transferencia de conocimiento a nivel nacional para aprovechar la relocalización de industrias tecnológicas internacionales en sectores como aeronáutica, automotriz, marítima, semiconductores y tecnologías de seguridad. Este programa busca impulsar polos de desarrollo basados en conocimiento científico y tecnológico, promoviendo la creación de empresas de base tecnológica y generando empleo.
En los últimos años, se percibió una separación entre el sector empresarial y el desarrollo científico. La Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico (ADIAT) criticó la nueva Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, alegando que no se consideraron las sugerencias de la asociación y otros expertos. El doctor Guillermo Aguirre Esponda, presidente de ADIAT, mencionó: “La nueva Ley podría desmantelar todos los órganos y mecanismos de gobernanza de nuestro Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación”.
Programas de Becas
El documento propone renovar los programas de becas de posgrado, tanto nacionales como internacionales, para fortalecer las capacidades del país en CTI y disminuir la dependencia tecnológica. También se sugiere crear mapas de ruta en temas tecnológicos estratégicos para el periodo 2024-2030, abarcando áreas como seguridad hídrica, salud, farmacéutica, biotecnología, eficiencia energética y cambio climático.
Los programas de becas han sufrido cambios, retrasos y fallas administrativas en el actual sexenio. Estudiantes de posgrado se han manifestado ante los cambios arbitrarios y la falta de transparencia. La propuesta de Sheinbaum busca solucionar estos problemas y mejorar la distribución de becas.
De acuerdo con Sheinbaum, la mayoría de los avances científicos y tecnológicos provienen de entornos universitarios y de investigación. “Ninguno de los actores es capaz por sí solo de desarrollar todo el proceso que se requiere desde la investigación hasta la comercialización de un producto”, afirmó. Para lograr estas interacciones, se requieren estrategias en tres vertientes: fomento de la Transferencia Tecnológica, Emprendimiento de Base Tecnológica y vinculación academia-industria.
Durante el gobierno actual, se reformaron artículos de la Constitución para legislar en materia de educación superior, ciencia, tecnología e innovación. La Ley General de Educación Superior y la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación serán la base sobre la cual el nuevo gobierno trabajará su agenda científica para los próximos seis años.