La agricultura enfrenta desafíos constantes debido a las plagas, que pueden reducir la producción mundial de alimentos hasta en un 40%, según la FAO. Un nuevo dispositivo promete cambiar este panorama, utilizando señales vibratorias para controlar plagas como los chinches chupadores de granos, que afectan cultivos de soja, maíz, trigo y frijol.
Tecnología de Señales Vibratorias: Una Solución Innovadora
Investigadores de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) y la Universidad del Estado de Mato Grosso han desarrollado una tecnología que emite señales vibratorias para atraer y capturar chinches. Estas señales imitan las vibraciones naturales que los insectos usan para comunicarse y encontrar pareja.
“Utilizamos las dos fuentes de atracción para los insectos: feromonas y vibraciones”, explica Raúl Alberto Laumann, biólogo de Embrapa. El dispositivo, que combina feromonas sintéticas y señales vibratorias, atrae a los insectos hacia trampas estratégicamente colocadas, lo que facilita el monitoreo de las poblaciones de plagas y la toma de decisiones de control.
Ventajas del Nuevo Dispositivo
El uso de este dispositivo permite a los agricultores obtener información precisa sobre el tamaño y la localización de las poblaciones de plagas. Laumann destaca que “es una forma de tener información precisa del tamaño y localización espacial de las poblaciones de plagas en el campo, en cada momento”. Además, podría automatizar el recuento de insectos capturados, haciendo de estas trampas una herramienta crucial en el manejo integrado de plagas.
¿Sustituto de los Insecticidas?
Actualmente, el control de chinches depende de insecticidas, pero esta nueva tecnología podría ofrecer una alternativa más segura para el medio ambiente y la salud humana. José Maurício Simões Bento, experto en ecología química, subraya que “las búsquedas se han centrado en métodos alternativos para el manejo de plagas que no tengan impactos en el medioambiente ni en la salud humana como los insecticidas”.
Desafíos y Futuro de la Tecnología
A pesar de sus beneficios, hay desafíos para la implementación a gran escala. Simões plantea dudas sobre la viabilidad económica de instalar el dispositivo en plantaciones extensas. Raúl Alberto Laumann responde que las trampas se colocarán en puntos específicos de los sembradíos y que se usarán modelos matemáticos para estimar la densidad de plagas en grandes áreas.
Un Paso hacia la Agricultura Sostenible
Aunque la patente de esta tecnología fue presentada en diciembre de 2023, todavía no está disponible en el mercado. Laumann y su equipo están en busca de socios que puedan ayudar en el desarrollo de trampas automatizadas. Con esta tecnología, se vislumbra un futuro en el que el control de plagas sea más eficiente, menos dependiente de químicos y, sobre todo, amigable con el medio ambiente.