Google Translate ha dado un paso monumental al incluir más de 110 nuevos idiomas en su herramienta de traducción. Entre estos se encuentra el náhuatl, una lengua indígena que se mantiene viva gracias al esfuerzo de la ingeniera mexicana Gabriela Salas Cabrera.
Gabriela Salas Cabrera: Un Ejemplo de Perseverancia
Originaria de Puerto del Caballo, en Chapulhuacán, Hidalgo, Gabriela Salas Cabrera es una destacada ingeniera en tecnologías de la información. Con tan solo 28 años, cuenta con una licenciatura y maestría en el área, además de estar cursando una carrera en Matemáticas en la Universidad Abierta y a Distancia de México.
Según El Milenio, el interés de Gabriela por el náhuatl nació en casa, inspirado por su madre, quien le transmitió este legado lingüístico. “Quería honrar mis raíces”, afirmó Gabriela, al explicar cómo su misión la llevó a colaborar con Google tras responder a una convocatoria sobre lenguas indígenas.
Una Pionera en la Tecnología Y la Lingüística
Gabriela es la única mujer en un equipo diverso de lingüistas, antropólogos y programadores que trabajaron en la inclusión del náhuatl en Google Translate. Además, es la primera mujer indígena en formar parte de la organización de mujeres en ciencia de la UNESCO en países en desarrollo.
En una conferencia en Google México titulada “Rescate de lenguas indígenas mediante inteligencia artificial”, compartió cómo la tecnología puede ser una herramienta para preservar la diversidad lingüística.
El Impacto Del Náhuatl en Google Translate
Gracias al trabajo de Gabriela, hoy existe un traductor operativo para el náhuatl, una herramienta invaluable para hablantes y estudiantes de este idioma. Gabriela no se detiene aquí: actualmente colabora con ChatGPT para rescatar más lenguas en peligro de extinción en México.
Tecnología Y Tradición: Un Futuro Prometedor
La inclusión del náhuatl en Google Translate no solo preserva una lengua ancestral, sino que también subraya cómo la tecnología puede servir para proteger el patrimonio cultural. Gabriela Salas Cabrera es un ejemplo vivo de que tradición e innovación pueden coexistir para construir un futuro más inclusivo y diverso.
Con su labor, Gabriela inspira a nuevas generaciones y demuestra que las lenguas indígenas tienen un lugar en el mundo digital.