Incidentes Simultáneos en Jutlandia
Durante la noche del 24 al 25 de septiembre de 2025, varios drones fueron avistados sobre aeropuertos y bases militares en la región de Jutlandia, al oeste de Dinamarca. Aunque no se reportaron daños ni víctimas, los incidentes obligaron al cierre temporal de los aeropuertos de Aalborg y Billund. Otros avistamientos ocurrieron en Esbjerg, Sønderborg y Skrydstrup, donde se encuentran desplegados aviones de combate F-35 y F-16 de la fuerza aérea danesa. También se detectaron drones en el Regimiento Dragón de Jutlandia en Holstebro.
Aalborg tiene la doble condición de aeropuerto civil y base militar, lo que aumentó la preocupación de las autoridades por la vulnerabilidad de instalaciones críticas. La policía confirmó además que investiga posibles actividades de drones cerca de plataformas de petróleo y gas en el Mar del Norte y en el puerto de Korsor, lo que refuerza la hipótesis de una operación coordinada.
Debate Sobre la Guerra Híbrida en Europa
El ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, calificó los hechos como un “ataque híbrido” debido a la simultaneidad y diversidad de los objetivos. Aunque no se han presentado pruebas, el gobierno danés sospecha que un “actor profesional” estuvo detrás de los incidentes. La primera ministra Mette Frederiksen señaló que Rusia sigue siendo una amenaza latente para Europa y Dinamarca, pese a que Moscú negó cualquier implicación y denunció las acusaciones como una “provocación escenificada”.
La situación no es exclusiva de Dinamarca. Noruega, Estonia, Polonia, Bulgaria y Rumanía han reportado episodios similares de guerra híbrida en las últimas semanas. Estonia y Polonia incluso invocaron el Artículo 4 de la OTAN, que prevé consultas entre aliados cuando la seguridad de un miembro se ve amenazada. En el caso polaco, alrededor de 20 drones rusos fueron derribados tras violar su espacio aéreo el 10 de septiembre, y el país ha advertido en la ONU sobre nuevas represalias en caso de futuras incursiones.
Respuesta Militar y Limitaciones Tecnológicas
Ninguno de los drones en Dinamarca fue derribado, ya que los mandos militares optaron por no disparar para evitar riesgos en zonas urbanas o en aeropuertos. El jefe de Defensa, Michael Hyldgaard, explicó que “cuando derribas algo en el aire, algo también vuelve a caer”, refiriéndose al peligro de daños colaterales. No obstante, las fuerzas armadas han declarado que están preparadas para abatir drones en instalaciones militares si la evaluación de riesgo lo justifica.
Expertos como Kjeld Jensen, del Centro de Drones de la Universidad del Sur de Dinamarca, consideran que la respuesta fue adecuada, ya que derribar aparatos sobre áreas pobladas podría provocar incendios o accidentes por caída de restos. Sin embargo, el académico Peter Viggo Jakobsen, de la Real Academia de Defensa, advirtió que esta estrategia no es sostenible y que el país necesita desarrollar soluciones permanentes.
El gobierno danés ha anunciado planes para una defensa aérea en capas integrada y la compra de armas de precisión de largo alcance, aunque dichas medidas no ofrecen protección inmediata frente a drones de pequeño tamaño. La dificultad técnica radica en que es más sencillo fabricar drones de bajo costo que construir sistemas eficaces para neutralizarlos.
Iniciativas en el Marco de la OTAN y la UE
Los sucesos llevaron al ejecutivo danés a elevar el nivel de alerta de crisis y a discutir la posibilidad de invocar el Artículo 4 de la OTAN. El viernes, Dinamarca participará en un encuentro con aliados de la alianza y con Ucrania, donde se debatirá la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de crear un “muro de drones” en las fronteras orientales de la Unión Europea. El objetivo sería reforzar la detección temprana y la defensa contra aparatos hostiles.
Mientras tanto, los incidentes han dejado en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura danesa y han obligado a las autoridades a reconocer la necesidad de nuevas capacidades tecnológicas. Aunque Rusia niega su participación, los hechos han servido para mostrar las limitaciones actuales del país en el ámbito de la defensa aérea y la presión constante que pesa sobre el flanco oriental de la OTAN.