El Indicador Oportuno de Actividad Económica (IOAE) del Inegi estima que en agosto de 2025 la economía mexicana habría crecido apenas 0.2% respecto al mismo mes de 2024. En la comparación mensual, el avance sería de solo 0.1%, mostrando un impulso muy débil frente a la contracción de 0.2% registrada en julio. Estos resultados confirman la pérdida de dinamismo que afecta al país en la segunda mitad del año, en un contexto de desaceleración global y menores flujos de inversión.
Sectores Secundarios con Caída Pronunciada
El retroceso está vinculado principalmente a las actividades secundarias, que comprenden minería, construcción, manufactura y la industria eléctrica y de gas. Para agosto, este rubro reportaría una contracción interanual de 2.0%, reflejando los problemas que enfrentan la construcción y la manufactura por el encarecimiento de insumos y la incertidumbre en el entorno internacional. Esta debilidad impacta de manera directa en el empleo y en la cadena de proveeduría, generando un freno en el crecimiento nacional.
En contraste, las actividades terciarias, que incluyen el comercio y los servicios, aportarían señales positivas. Según el IOAE, en agosto este sector mostraría un avance interanual de 0.7%, lo que permitió compensar parcialmente la caída en la industria. Los servicios, que representan más de la mitad del Producto Interno Bruto (PIB), han sostenido el consumo interno, aunque con un dinamismo insuficiente para impulsar un repunte sólido.
Comportamiento Mensual y Tendencias
En la comparación inmediata, el IOAE señala que entre julio y agosto la economía creció apenas 0.1%, impulsada de manera marginal por el sector terciario, que registró el mismo incremento. Las actividades secundarias se mantuvieron estancadas, sin mostrar recuperación significativa frente al retroceso del mes previo.
Este estancamiento refleja la falta de motores internos capaces de compensar la desaceleración de la industria. Factores como la contracción en la construcción de vivienda, la menor demanda manufacturera desde Estados Unidos y la incertidumbre en proyectos de inversión han incidido directamente en la pérdida de dinamismo.
Expectativas para el Cierre de 2025
El panorama ha llevado a instituciones financieras y analistas a revisar sus previsiones de crecimiento. De acuerdo con proyecciones recientes, el PIB de México cerraría 2025 con un crecimiento de entre 0.2% y 0.5%, lejos de las metas iniciales. Este ajuste refleja tanto el débil desempeño de la industria como la desaceleración del comercio global, factores que seguirán marcando el rumbo de la economía mexicana en los próximos meses.
La moderación en el crecimiento también plantea retos para la política económica. Aunque el consumo interno se mantiene como soporte principal, la debilidad de la inversión fija bruta y la presión en sectores estratégicos limitan el potencial de expansión. Además, el desempeño de la economía dependerá en buena medida de la evolución de la inflación y de las decisiones de política monetaria del Banco de México, que busca equilibrar la estabilidad de precios con el estímulo al crecimiento.