La economía de Chile mostró un crecimiento de 1.8% interanual en julio de 2025, de acuerdo con el Banco Central, en línea con las expectativas de los analistas. El resultado se explica principalmente por el buen desempeño de los sectores de comercio y servicios, que continúan siendo motores de la actividad pese al contexto de volatilidad en los precios internacionales de materias primas.
El Imacec (Indicador Mensual de Actividad Económica), que representa aproximadamente el 90% del PIB chileno, registró también un aumento del 1.0% en términos desestacionalizados respecto a junio. Este comportamiento refleja una tendencia de recuperación más firme en actividades vinculadas al consumo interno, al transporte y a los servicios financieros, que en meses anteriores habían mostrado un dinamismo más moderado.
Los datos refuerzan la visión de que la economía chilena atraviesa un período de reactivación moderada tras el bajo crecimiento observado en 2023 y 2024, cuando el PIB se expandió por debajo del 2% en promedio. La mayor contribución provino del comercio minorista y mayorista, que aumentó las ventas en rubros ligados a bienes de consumo duradero, mientras que los servicios mostraron repuntes en hotelería, turismo y educación.
Retroceso En La Minería
En contraste con la expansión en servicios y comercio, la actividad minera cayó un 3.3% interanual en julio, afectada por una menor producción de cobre, hierro y litio. El retroceso se explica en gran parte por descensos en faenas clave como Escondida, la mayor mina de cobre del mundo, operada por BHP, y Collahuasi, explotada por Anglo American y Glencore.
A pesar de esa baja, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que la producción total de cobre del país alcanzó 445,214 toneladas en julio, lo que implica un leve incremento del 0.3% interanual. Esta cifra marca una mejora respecto de junio, cuando la producción se había desplomado un 6%, debido principalmente a una reducción del 33% en Escondida. El repunte de julio se apoyó en operaciones de menor escala que compensaron parcialmente la caída en las grandes minas.
El cobre sigue siendo el principal producto de exportación de Chile y representa cerca del 10 % del PIB y más del 40 % de las exportaciones. La evolución de este sector continúa siendo determinante para la recaudación fiscal y la entrada de divisas, de modo que cualquier fluctuación impacta directamente en las proyecciones de crecimiento y en el equilibrio externo del país.
Cifras Adicionales Y Proyecciones
El Imacec no minero mostró un avance aún mayor, con un crecimiento de 2.5% interanual, lo que confirma que las actividades distintas a la minería aportaron de manera más significativa al desempeño general de julio. En la serie desestacionalizada, el indicador avanzó un 1.0% respecto de junio y un 2.3% en comparación con igual mes de 2024, según complementó la información del propio Banco Central.
En el plano de las proyecciones, el Ministerio de Hacienda mantuvo la estimación de crecimiento del PIB en 2.5% para 2025 y 2.3% para 2026. Asimismo, se ajustó el cálculo del PIB minero, que pasó de una expectativa de 3.7% a 3.3%, debido al desempeño más débil en yacimientos estratégicos como Collahuasi. También se revisó el precio de referencia del cobre, que se proyecta en 4.28 dólares por libra para 2025 y en 4.30 dólares para 2026, cifras algo más optimistas que las previstas previamente.
El contexto internacional continúa marcado por la desaceleración de China, principal comprador del cobre chileno, y por la incertidumbre de los mercados globales frente a las políticas monetarias de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. No obstante, organismos multilaterales como el Banco Mundial, el FMI y la Cepal mantienen sus previsiones de crecimiento chileno para 2025 en un rango de entre 2.2% y 2.4%, lo que apunta a un desempeño estable aunque moderado en comparación con otros países de la región.
El ministro de Economía, Nicolás Grau, reiteró que el gobierno está enfocado en medidas de mediano plazo para estimular la inversión y el empleo. Entre las prioridades, mencionó la agilización de los procesos de permisos ambientales y sectoriales, la diversificación de la matriz energética, el impulso a la industria del litio como recurso estratégico y el aumento de la participación de mujeres en el mercado laboral. Grau recordó que la tasa de desempleo se ubica en torno al 8.9%, lo que evidencia la necesidad de políticas que fortalezcan la creación de puestos de trabajo y mejoren la productividad.