El pasado 15 de agosto de 2025, durante la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe en Ciudad de México, los países miembros de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) aprobaron el “Compromiso de Tlatelolco”, que marca una nueva etapa de acción en favor de la igualdad de género y de una sociedad del cuidado
Este compromiso comprende una década de acción (2025–2035), en la cual se propone transformar las estructuras político, sociales, culturales, ambientales y económicas. Se reconoce explícitamente el derecho humano al cuidado: el derecho a cuidar, a ser cuidado y al autocuidado, sustentado en los principios de igualdad, universalidad y corresponsabilidad social y de género.
Más Allá de las Palabras: Corresponsabilidad y Nuevas Políticas
Este pacto va más allá de las declaraciones simbólicas y exige un cambio real: promover políticas públicas que redistribuyan el trabajo de cuidados entre el Estado, las familias, la sociedad y el sector privado. También invita a derribar la arraigada división sexual del trabajo, que recae principalmente sobre las mujeres y limita su desarrollo personal, económico y social.
Amina J. Mohammed, vicesecretaria general de la ONU, calificó este acuerdo como un “cambio de paradigma completo”, afirmando que invertir en cuidados no es un costo, sino un catalizador para la igualdad, la paz y el desarrollo sostenible.
Avances Regionales e Incentivos para el Cambio
En América Latina ya se observa un enfoque creciente hacia políticas de cuidado. Por ejemplo, la CEPAL ha presentado el informe “La sociedad del cuidado”, que analiza diferencias entre países y destaca la necesidad de aumentar la inversión pública, especialmente ante el envejecimiento poblacional y las emergentes demandas sociales.
Asimismo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha emitido la Opinión Consultiva OC‑31/25, que declara que el cuidado, remunerado o no, es un derecho humano autónomo bajo la Convención Americana sobre Derechos Humanos, lo cual obliga a los Estados a salvaguardarlo legalmente.
A su vez, la directora de Asuntos de Género de la CEPAL, Ana Güezmes, destacó que el 74 % del trabajo de cuidados recae en mujeres, lo que frena su autonomía económica. Propone invertir un 4,7 % del PIB en sistemas de cuidado, lo cual podría elevar hasta un 12 % la participación laboral femenina.
Hacia una Década de Transformación Sostenible
Este momento representa una oportunidad histórica: el siglo XXI podría convertirse en el siglo donde el derecho al cuidado se universalice. Pero para lograrlo, se requiere voluntad política, datos sólidos, infraestructura, inversión estratégica, cooperación regional y sobre todo, una revolución cultural que reconozca el cuidado como responsabilidad compartida.
El Compromiso de Tlatelolco no es solamente una hoja de ruta para la próxima década, sino una declaración de principios que aspira a construir sociedades más equitativas, justas y sostenibles. En palabras de Citlalli Hernández, Secretaria de las Mujeres de México: este pacto “no renuncia a la visión de una región diversa, soberana, solidaria y profundamente feminista.”