Belém Se Prepara Para Recibir la Cumbre en Medio de Fuertes Contrastes
La Amazonía, el mayor bioma tropical del planeta y pulmón verde global, vuelve al centro del debate climático de cara a la COP30, que se celebrará en noviembre en la ciudad de Belém, al norte de Brasil. Informes recientes revelan un deterioro acelerado del ecosistema, con récords en emisiones de carbono, pérdida masiva de biodiversidad y expansión descontrolada de actividades ilegales como la minería y la tala.
La región, que se extiende por nueve países y alberga al 20% del agua dulce superficial del planeta, está siendo impactada por múltiples factores, desde el cambio climático hasta la acción directa del crimen ambiental. En este escenario, la cumbre de las Naciones Unidas se anticipa como una cita clave para definir políticas urgentes que frenen el colapso ambiental.
Cifras Que Reflejan Una Emergencia
La llamada Pan-Amazonía cubre 8,3 millones de kilómetros cuadrados y alberga a cerca de 47 millones de personas. En los últimos cuatro años, se han perdido más de 165.600 km² de bosque —una superficie similar a Uruguay—, siendo Brasil responsable del 83,3% de esa deforestación. Bolivia, el segundo país más afectado, representa el 6,6%.
Cada país enfrenta amenazas particulares. En Perú, el tráfico de madera es una práctica común; en Venezuela, avanza la minería ilegal de coltán; Ecuador ve crecer las plantaciones de palma aceitera; y Colombia enfrenta la presión de los cultivos ilícitos. Estas actividades, muchas veces vinculadas a redes criminales, impulsan la destrucción del bosque y el desplazamiento de comunidades indígenas.
Además, la minería ilegal en Brasil ha crecido un 216% desde el año 2000, abarcando 2.700 km² en 2023, frente al 167% de expansión de la minería industrial. Esta actividad ha contaminado ríos con mercurio, afectando gravemente a la población ribereña. A la par, el avance de la agricultura intensiva y la ganadería ha triplicado la superficie de cultivos entre 2000 y 2023, al pasar de 8,5 a 29,3 millones de hectáreas, mientras el ganado bovino se duplicó en el mismo período.
Desigualdad Y Presión Sobre la Amazonía Legal
En el caso brasileño, la Amazonía Legal —una región oficialmente delimitada por el Estado— abarca nueve estados y representa el 61% de toda la Pan-Amazonía. En ella viven 28,3 millones de personas, con una densidad de apenas 5,3 habitantes por km². Sin embargo, esta vasta extensión sufre profundas desigualdades: el 36,2% de su población vive en situación de pobreza y el salario promedio no supera los 468 dólares mensuales.
A pesar de ocupar el 59% del territorio nacional, la Amazonía Legal solo aporta el 10,1% del Producto Interno Bruto brasileño. En 2023, fue responsable del 48% de las emisiones totales del país, con 1.100 millones de toneladas de CO₂ equivalente, principalmente debido a la deforestación y degradación forestal.
Belém, Sede de la COP30, Entre Carencias Y Expectativas
Elegida como anfitriona de la COP30, Belém enfrenta importantes desafíos sociales y ambientales. El 57,2% de su población vive en favelas —muy por encima del 8,1% nacional— y el acceso a servicios básicos es limitado: solo el 67,1% de los hogares tiene agua corriente y el 59,9% cuenta con red de cloacas.
El nivel de contaminación del aire supera en 172% lo recomendado por la OMS, y la mortalidad infantil es más alta que el promedio del país. No obstante, la ciudad muestra mejores indicadores educativos: hombres y mujeres registran un promedio de escolaridad superior al nacional.
Con el objetivo de preparar la ciudad para el evento, se han destinado 1.300 millones de dólares en inversiones para infraestructura, movilidad y saneamiento, distribuidos en 38 proyectos. La cumbre se desarrollará del 10 al 21 de noviembre en el Hangar Centro de Convenções da Amazônia y reunirá a representantes de 198 países.
COP30: Una Cumbre Clave Para Decisiones Globales
La trigésima edición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático incluye también las sesiones de los órganos del Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París. La agenda abarcará temas como financiamiento climático, transición energética justa, protección de pueblos indígenas, rol de la juventud, océanos, tecnología, género y adaptación.
En medio de este panorama, la Amazonía aparece como símbolo de la urgencia ambiental global, pero también de la necesidad de justicia social. La COP30 será un escenario determinante para definir compromisos concretos frente a la creciente devastación de uno de los ecosistemas más vitales del planeta.