El expresidente Donald Trump anunció este sábado que impondrá un nuevo arancel del 30 % a todas las importaciones procedentes de México, a partir del próximo 1 de agosto. En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, justificó la medida señalando que el gobierno mexicano “no ha hecho lo suficiente” para detener el tráfico de fentanilo y contener la migración ilegal.
En su carta dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum, Trump reconoció que México ha cooperado en temas fronterizos, pero calificó los esfuerzos como insuficientes. “México me ha estado ayudando a hacer segura la frontera, PERO lo que ha hecho no es suficiente”, escribió en mayúsculas, enfatizando que los cárteles siguen operando con libertad e impunidad en la región.
Simultáneamente, Trump anunció una medida similar contra la Unión Europea, también del 30 %, alegando que el prolongado déficit comercial representa una amenaza a la seguridad nacional. Esta oleada de nuevos aranceles forma parte de una estrategia más amplia con la que busca renegociar los términos de los acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales.
Reacción De Sheinbaum y Búsqueda de Diálogo Diplomático
La presidenta Claudia Sheinbaum respondió al anuncio con un tono diplomático, expresando desde el estado de Sonora su intención de alcanzar un acuerdo antes de que las tarifas entren en vigor. “La carta establece claramente que se busca llegar a un acuerdo para que no haya estos aranceles”, aseguró.
Durante una reunión en Washington, altos funcionarios de ambos países abordaron temas de seguridad, migración y comercio. La delegación mexicana expresó su desacuerdo con la medida, calificándola de “trato injusto”, y acordó establecer una mesa binacional permanente que buscará soluciones antes del 1 de agosto.
Sheinbaum confirmó que su gobierno hará “todo lo posible” para evitar la aplicación de los nuevos aranceles. “Vamos a hacer todo el esfuerzo que esté de nuestro lado. Sabe el pueblo de México que estamos en eso”, declaró durante su conferencia matutina.
En abril, medidas similares fueron postergadas luego de que México accediera a desplegar 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte y extraditar a 29 presuntos narcotraficantes. El nuevo anuncio, sin embargo, supera el nivel anterior, que imponía una tasa del 25 %.
Impacto Potencial Sobre el Comercio y los Precios
México es actualmente el segundo mayor socio comercial de Estados Unidos, con un volumen de intercambio que superó los US $505 mil millones en 2024. Muchos productos mexicanos, especialmente agrícolas, forman parte esencial de la cadena de suministro estadounidense.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de EE.UU., el 69 % de las verduras frescas y el 51 % de las frutas frescas que se consumen en Estados Unidos provienen de México. Debido a su vida útil limitada, los consumidores podrían enfrentar alzas de precios inmediatas en supermercados y cadenas minoristas si los nuevos aranceles se aplican sin un acuerdo alternativo.
Además de alimentos, sectores como el automotriz, manufacturero y tecnológico también podrían sufrir interrupciones, dado que muchas empresas estadounidenses dependen de componentes ensamblados en territorio mexicano bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque algunos productos están protegidos por el acuerdo, la incertidumbre regulatoria podría disuadir inversiones y afectar la estabilidad en ambos lados de la frontera.
Consecuencias Geopolíticas y Perspectivas para Agosto
La política arancelaria de Trump, parte central de su nueva campaña presidencial, ha incluido amenazas similares contra Canadá, Brasil, Japón y Corea del Sur, bajo el principio de reciprocidad. “Si aumentan sus tarifas, se les sumará al 30 % que cobramos”, advirtió el mandatario en sus comunicados.
En la Unión Europea, el anuncio fue recibido con preocupación. Varios líderes calificaron la medida como unilateral y pidieron mantener el diálogo para evitar una guerra comercial. El ministro alemán de Finanzas, Lars Klingbeil, afirmó que la UE “debe estar lista para responder con decisión”.
Desde el punto de vista político, los analistas coinciden en que Trump intenta proyectar una imagen de firmeza ante sus votantes, apelando al nacionalismo económico. La presidenta Sheinbaum, por su parte, busca preservar los vínculos estratégicos con Washington sin ceder ante presiones que puedan perjudicar a los productores nacionales.
Las próximas semanas serán clave para definir si la disputa desemboca en una escalada económica o si se alcanzan nuevos compromisos que garanticen estabilidad y cooperación mutua. La mesa de negociación ya está en marcha, y ambas partes han manifestado su voluntad de mantener abierto el canal diplomático.