Contexto Regional de Incertidumbre
El subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Nigel Clarke, advirtió que América Latina y el Caribe se encuentran en un entorno económico “lleno de nubarrones” por la desaceleración global y la expectativa de condiciones financieras más volátiles en Estados Unidos. Pese a que las finanzas públicas latinoamericanas resistieron mejor de lo previsto el golpe de la pandemia, varios gobiernos —entre ellos Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay— han vuelto a niveles de deuda comparables a los registrados en 2020, cuando el gasto extraordinario fue clave para contener la crisis sanitaria.
Por ello, el organismo multilateral plantea que no es el momento de relajar la disciplina ni de “revisar marcos de política fiscal” que han dado credibilidad a la región. Clarke subrayó que los países que preserven reglas claras sobre tope de gasto y endeudamiento estarán mejor posicionados para absorber nuevos sobresaltos externos.
Recomendaciones del FMI para 2025
En su diagnóstico, el FMI insiste en mantener planes de consolidación gradual, incluso donde las presiones políticas exijan mayor gasto social. Recomienda proteger la inversión pública de alto impacto —sobre todo infraestructura y proyectos verdes— y, paralelamente, ensanchar la base tributaria para evitar depender de ingresos volátiles.
El Fondo señala que América Latina podría financiar hasta un punto porcentual adicional de producto interno bruto (PIB) si limita exenciones, moderniza la administración tributaria y reduce la evasión. A la par, pide que los bancos centrales mantengan un sesgo contractivo hasta que la inflación converja a sus metas, para evitar que la política monetaria termine neutralizando el esfuerzo fiscal.
En conjunto, estas medidas aseguran “un ancla de confianza” para los inversionistas que observan la región como posible destino de relocalización de cadenas de suministro.
Respuesta de Brasil, México y el Caribe
Fuentes de los ministerios de Hacienda de Brasil y México consultadas tras la publicación de la nota indicaron que comparten “en lo esencial” el llamado del FMI. Brasil mantiene su meta de resultado primario cero en 2025, mientras México aspira a reducir el déficit público de 5.4 % del PIB en 2024 a alrededor de 3 % al cierre de 2025, combinando recortes en programas temporales y una revisión al gasto tributario.
En el Caribe, economías más pequeñas pero altamente endeudadas, como Jamaica y Barbados, continúan con acuerdos de facilidad ampliada que obligan a superávits primarios por encima de 2 % del PIB. No obstante, autoridades de la región advierten que la presión social por mayor inversión en salud, seguridad y adaptación climática podría tensionar sus calendarios de ajuste.
Clarke respondió que la priorización del gasto debe acompañarse de reformas para mejorar la eficiencia y de mecanismos de protección focalizados para los hogares vulnerables.
Perspectivas y Programa de Capacitación
Para apuntalar estas metas, el FMI lanzará este viernes en Paraguay un Centro Regional de Capacitación que ofrecerá ocho cursos durante los próximos 12 meses, cubriendo análisis de sostenibilidad de deuda, gestión de riesgos fiscales y diseño de reglas presupuestarias.
El instituto, alojado en el Banco Central del Paraguay, dará servicio a técnicos de toda Sudamérica y México, con la intención de “fortalecer la formación profesional y la actualización de datos macroeconómicos”.
Clarke enfatizó que la solidez fiscal será determinante para aprovechar la oportunidad de una mayor integración intrarregional, sobre todo mediante la reducción de barreras comerciales y la armonización regulatoria que atraiga inversión productiva. El funcionario concluyó que la región “tiene un gran potencial latente”; capitalizarlo dependerá de sostener el rigor fiscal y acelerar las reformas estructurales que eleven la productividad y la resiliencia frente a choques externos.