Preocupación Por Patrimonio Y Medio Ambiente Tras Decisión Del Gobierno
La reciente decisión del Gobierno peruano de reducir en un 42% la superficie del parque arqueológico que alberga las emblemáticas Líneas de Nazca ha encendido las alertas entre expertos en patrimonio, arqueología y medio ambiente. La medida, que equivale a la eliminación de un área similar a 1.400 campos de fútbol, ha sido duramente cuestionada por facilitar el avance de la minería informal en una de las zonas más frágiles y emblemáticas del país.
Aunque las autoridades sostienen que la reducción se basa en estudios científicos actualizados y no afecta la condición de Patrimonio Mundial de la UNESCO, diversos sectores aseguran que esta decisión debilita décadas de protección cultural y ecológica en la región.
Acusan Alianza Con Minería Informal
Mariano Castro, exviceministro de Ambiente de Perú, advirtió que esta reducción se aplica justamente en zonas donde la actividad minera informal ya está presente o en proceso de formalización. Según él, la medida representa “riesgos muy graves y daños acumulativos”, al excluir áreas donde existen concesiones activas o en trámite.
“La salvaguarda del patrimonio arqueológico ya es limitada durante la formalización minera, y esto se agrava por no considerar el impacto acumulado de múltiples operaciones extractivas”, señaló Castro.
El abogado ambiental César Ipenza coincidió en que la resolución aprobada —que reduce más de 1.000 hectáreas del área protegida— representa un retroceso en los compromisos ambientales y culturales del Estado peruano. Para Ipenza, la decisión responde a una estrategia del Gobierno para favorecer intereses privados.
“Existe una alianza evidente entre el Gobierno actual y los sectores mineros informales. El marco legal se sigue flexibilizando en su beneficio, debilitando las normas de protección del patrimonio”, denunció.
Silencio Del Ministerio de Cultura Y Reacción Internacional
El Ministerio de Cultura, que oficializó el cambio el pasado 30 de mayo, evitó responder preguntas específicas sobre los riesgos de esta reducción. En un comunicado, aseguró que la decisión está basada en estudios arqueológicos recientes y no altera la designación de Patrimonio Mundial ni su zona de amortiguamiento.
Sin embargo, la UNESCO señaló que no fue notificada sobre ningún cambio en los límites del sitio declarado y que solicitará explicaciones a las autoridades peruanas. La zona no solo incluye los milenarios geoglifos, sino también uno de los ecosistemas desérticos más sensibles del país.
Durante una entrevista en RPP, el ministro de Cultura, Fabricio Valencia, admitió la presencia de minería informal dentro del área protegida, pero insistió en que la nueva medida “no fomenta” esta actividad. No obstante, no pudo ofrecer detalles sobre los minerales extraídos en la zona.
Patrimonio en Peligro
Diversos expertos coinciden en que esta medida podría violar la legislación peruana. Castro recordó que el artículo 5(h) de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental exige proteger el patrimonio arqueológico e histórico, algo que esta decisión comprometería directamente.
Para Ipenza, el Gobierno está justificando la medida con argumentos técnicos para encubrir una permisividad creciente con actividades ilegales. “Es vergonzoso olvidar a nuestros ancestros y facilitar decisiones que solo benefician a sectores ilegales como la minería informal. Esta medida perjudica a todos los peruanos”, concluyó.