Reducción Notable en la Participación de Pemex
Durante los primeros meses del 2025, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha captado una menor proporción de la renta petrolera nacional en comparación con años anteriores. Según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Pemex recibió el 67% de la renta petrolera generada en el primer bimestre del año, lo que equivale a 95,953 millones de pesos, mientras que el gobierno federal absorbió el restante 33%, es decir 47,996 millones de pesos.
Esta distribución marca una diferencia sustancial respecto al mismo periodo de 2024, cuando la empresa estatal conservó 97% del total recaudado. Incluso en el acumulado de todo el año pasado, Pemex se quedó con 79% de los ingresos petroleros, lo que evidencia un ajuste considerable para este nuevo ejercicio fiscal.
Además, el monto total de la renta petrolera durante el primer bimestre de 2025 cayó 15% en términos reales frente al mismo periodo del año anterior. Esta tendencia refleja tanto una baja en la producción como cambios en el manejo fiscal de los ingresos provenientes del petróleo. Se trata de una señal clara de que los márgenes financieros para la empresa pública se están acotando.
Menor Inversión y Producción en Declive
Uno de los factores principales detrás de esta reducción es la disminución constante en la producción petrolera de Pemex, que arrastra problemas estructurales de años anteriores. Jorge Cano, coordinador del programa de gasto público de México Evalúa, señaló que el agotamiento natural de los yacimientos y la falta de inversión suficiente en exploración y producción han contribuido a esta caída sostenida.
Desde hace varios años, Pemex ha enfrentado restricciones presupuestarias que limitan su capacidad para invertir en nuevos proyectos de extracción. Esta situación se ha acentuado con el tiempo, afectando directamente el volumen de petróleo disponible y, por lo tanto, los ingresos derivados de su venta. El debilitamiento de la plataforma de producción compromete la estabilidad de los ingresos del Estado.
Al mismo tiempo, las decisiones gubernamentales también han jugado un papel importante. La ausencia de nuevos decretos fiscales para condonar impuestos a Pemex ha reducido la cantidad de recursos que la empresa retiene de la renta petrolera nacional. Este nuevo enfoque parece marcar un cambio estructural en la forma en que el gobierno federal gestiona su relación financiera con la petrolera.
Cambios en el Tratamiento Fiscal de Pemex
En 2024, último año de la administración de Andrés Manuel López Obrador, se aplicaron decretos fiscales especiales que beneficiaron a Pemex, principalmente mediante condonaciones del Derecho de Utilidad Compartida (DUC). Esto permitió que la empresa retuviera una proporción excepcionalmente alta de los ingresos petroleros, una política criticada por algunos analistas por su carácter discrecional.
Con el inicio del nuevo sexenio, esa política parece estar en retroceso. En lo que va de 2025, solo se ha emitido un decreto, y fue para diferir el pago del DUC correspondiente a octubre del año pasado, no para eximirlo. Este cambio señala una posible vuelta a la normalidad fiscal para Pemex, aunque expertos advierten que es temprano para confirmar el fin del uso discrecional de condonaciones.
En un contexto donde el gobierno busca fortalecer sus finanzas públicas y reducir su dependencia de ingresos volátiles, como ocurre este año con la llamada consolidación fiscal, ya no existen las condiciones para seguir renunciando a una parte importante de los ingresos petroleros. Se trata de una estrategia que apunta a una mayor sostenibilidad fiscal, aunque implica mayores exigencias financieras para la empresa productiva del Estado.
Apoyos Directos Persisten Pese al Ajuste Fiscal
A pesar del menor porcentaje de renta retenida, Pemex sigue recibiendo transferencias directas de recursos públicos. En el primer bimestre del año, la Secretaría de Energía canalizó 61,000 millones de pesos a la petrolera estatal, lo que representa 4,000 millones más que en el mismo periodo de 2024. Esto demuestra que el respaldo a Pemex no ha desaparecido, solo ha cambiado de forma.
Estas transferencias reflejan que, aunque se ha limitado el apoyo fiscal mediante condonaciones, el gobierno mantiene su respaldo económico a la empresa en otras formas. No obstante, el gasto en inversión de Pemex ha disminuido, y los recursos canalizados hacia la compañía no siempre se traducen en beneficios tangibles para la población. Se cuestiona si esta estrategia realmente mejora la productividad o solo prolonga un modelo ineficiente.
La historia de la participación de Pemex en la renta petrolera muestra un crecimiento constante en los últimos sexenios. Durante la administración de Felipe Calderón, la empresa retuvo 33% en promedio; con Enrique Peña Nieto, el promedio fue de 42%; y con López Obrador alcanzó 66%, hasta llegar al ajuste actual en 2025, que parece marcar el inicio de una nueva etapa en la política energética y fiscal del país.