La economía de Perú está en camino a una fuerte recuperación en 2025, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado en un 4%, lo que lo convertiría en la segunda economía de más rápido crecimiento en América Latina, solo por detrás de Argentina. El país andino se está recuperando de una recesión reciente, impulsado por precios favorables de las materias primas y medidas gubernamentales enfocadas en reducir barreras regulatorias para la inversión.
Recuperación Económica y Perspectivas De Crecimiento
Durante décadas, Perú fue una de las economías más sólidas de América Latina, pero en los últimos años su crecimiento se desaceleró debido a inestabilidad política y conflictos sociales, lo que afectó su sector minero clave. Ahora, el país está recuperando impulso gracias a la alta demanda global de cobre y oro, sus principales productos de exportación. Se espera que los precios elevados de estos minerales impulsen la expansión económica, junto con políticas gubernamentales diseñadas para atraer más inversión.
El gobierno de la presidenta Dina Boluarte ha proyectado un panorama económico positivo para 2025, con énfasis en reducir las presiones inflacionarias y aumentar los niveles de inversión. Las iniciativas para eliminar trabas burocráticas buscan facilitar la operación de empresas y fomentar la participación de inversionistas nacionales y extranjeros en la reactivación económica del país.
Inflación Estable y Ajustes Fiscales
Se prevé que la inflación en Perú se mantenga en un 2% en 2025, después de haber cerrado 2024 con una tasa del 1,97%. Este nivel de estabilidad en los precios es un indicador positivo para la economía, ya que preserva el poder adquisitivo de los consumidores y promueve un entorno empresarial más predecible.
En línea con una política fiscal responsable, el gobierno también busca reducir el déficit presupuestario, cumpliendo con las normas fiscales establecidas en el país. Como parte de este esfuerzo, se espera que el coeficiente de deuda respecto al PIB, actualmente en 33%, disminuya gradualmente en los próximos años. Este ajuste fiscal tiene como objetivo fortalecer la confianza de los inversores y garantizar una estabilidad económica a largo plazo.
Desafíos y Perspectivas Futuras
A pesar del panorama optimista, Perú aún enfrenta desafíos relacionados con la incertidumbre política y el malestar social, especialmente en las regiones mineras. El sector minero sigue siendo un pilar fundamental del crecimiento económico, por lo que asegurar condiciones estables para su operación será clave.
Las políticas gubernamentales enfocadas en reformas regulatorias y promoción de inversiones jugarán un papel crucial en el mantenimiento del dinamismo económico. Con precios sólidos de las materias primas, una estrategia fiscal enfocada y un entorno favorable para los negocios, Perú está bien posicionado para reafirmarse como una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina en 2025.