El rompehielos AGB-46 Almirante Viel, una de las construcciones navales más importantes de Sudamérica, marcó un hito en la historia de la Armada de Chile al recibir su bandera de combate este martes. El acto simbólico, cargado de patriotismo y tradición, refuerza el compromiso de este buque con la defensa y la exploración científica.
La Ceremonia: Un Símbolo de Honor Y Patriotismo
El comandante del buque, Capitán Juan Pablo Henríquez, recibió la bandera de combate de manos del Presidente de la Liga Marítima de Chile, Almirante (retirado) Edmundo González. Durante el evento, Henríquez declaró: “Hoy tenemos el honor de recibir lo más sagrado, lo más sublime, lo más querido y respetado, la bandera de nuestra patria”. Además, destacó que esta bandera simboliza “valores de patriotismo, honor, lealtad y servicio a la patria”.
Por su parte, el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Juan Andrés De la Maza, explicó la importancia de este emblema: “La bandera de combate ondea en caso de crisis o conflicto, que esperemos nunca se produzca, pero también en cinco ocasiones a lo largo del año”.
Un Buque de Última Generación Al Servicio de Chile
El AGB-46 Almirante Viel no solo es un orgullo nacional por su simbolismo, sino también por su capacidad tecnológica. Es el primer rompehielos científico construido en Chile, con una eslora de 111 metros, capacidad para operar en temperaturas de -30°C y autonomía operativa de 60 días. Podrá realizar tareas de investigación científica, búsqueda y rescate, y abastecimiento en la Antártica, con una tripulación de 86 personas y espacio para 34 científicos.
El buque forma parte del “trinomio antártico”, junto al OPV-83 “Marinero Fuentealba” y el ATF-60 “Lientur”. Esta avanzada embarcación, construida entre 2018 y 2024 en los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR), reemplaza al antiguo Viel (AP-46), operativo desde 1995 hasta 2019.
Un Legado Que Continúa
El rompehielos Almirante Viel no solo es un ejemplo de desarrollo tecnológico, sino también un símbolo de los valores de la Armada de Chile. Según Henríquez, la bandera de combate representa un juramento de “honor, pasión y entrega, incluso hasta la vida misma”.
Con su incorporación formal en julio de este año y su misión de proteger y explorar el territorio antártico, el AGB-46 se posiciona como un referente en Sudamérica, reflejando la fortaleza y el compromiso de la nación chilena con el progreso científico y la defensa de su soberanía.