Durante las últimas dos décadas, los microplásticos han sido detectados en más de 1.300 especies y se encuentran presentes desde los casquetes polares hasta la cima del Monte Everest. A pesar de los avances en la investigación, su acumulación en el medio ambiente plantea serias preocupaciones tanto para la vida silvestre como para los seres humanos.
Origen y Definición de los Microplásticos
Los microplásticos, denominados así en 2004, son partículas de plástico de cinco milímetros o menos. Estas partículas están compuestas de polímeros y aditivos químicos, liberados intencionalmente o no, en el medio ambiente. Según Richard Thompson, profesor de Biología Marina de la Universidad de Plymouth, “los microplásticos están presentes en los alimentos y bebidas que consumimos, como la cerveza y la miel, así como en el aire que respiramos”.
Microplásticos en el Cuerpo Humano
Un estudio reciente publicado en JAMA Network Open reveló la presencia de microplásticos en el cerebro humano. Se examinaron los cerebros de 15 personas fallecidas en São Paulo, y en ocho de ellos se encontraron residuos plásticos. Esto demuestra que la contaminación por microplásticos no solo afecta al medio ambiente, sino también a la salud humana, acumulándose en los tejidos y posiblemente causando daños similares a los observados en animales.
Impacto en las Regiones Tropicales y Subtropicales
Brasil, uno de los países con las iniciativas más avanzadas en monitoreo de microplásticos, ha encontrado altos niveles de contaminación en sus playas. Guilherme Malafaia, profesor del Instituto Federal Goiano y coordinador del proyecto MICROMar, destacó que “todas las regiones investigadas tienen altos niveles de contaminación por microplásticos, con énfasis en la costa sur de São Paulo”. Además, se ha detectado la presencia de microplásticos en áreas protegidas como los Lençóis Maranhenses y el Delta del Parnaíba, lo que evidencia la gravedad del problema.
El Desafío en la Cuenca del Amazonas
En la cuenca del Amazonas, la contaminación por microplásticos también ha sido detectada, aunque solo cuatro países de la región han publicado estudios al respecto. Franciele da Rocha, profesora de la Universidad Federal de Roraima, señaló que “los ríos, a pesar de ser fuentes importantes de microplásticos para el océano, han sido poco estudiados en comparación con las playas, mares y océanos”.
¿Cuál es la Solución?
Aunque se han propuesto políticas públicas para abordar el problema, la situación es compleja. Thompson enfatiza que la clave está en “reducir, reutilizar y reciclar”, pero admite que la solución debe tener en cuenta las realidades económicas y sociales de cada región. Por su parte, Malafaia destaca la falta de infraestructura adecuada en muchas regiones y la resistencia de las industrias como barreras importantes.
Hacia un Tratado Global sobre Plásticos
Un paso hacia la solución es el Tratado Global sobre Plásticos, cuyo desarrollo está en curso desde 2022 en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Sin embargo, Richard Thompson advierte sobre la falta de un organismo científico independiente que asesore en estas discusiones.
La evidencia científica es clara: los microplásticos representan una amenaza creciente para la salud humana y el medio ambiente, y requieren una respuesta global inmediata.