Mientras las economías más grandes del mundo se encaminan hacia la reducción de tasas de interés tras años de expectativas, Brasil sigue un camino diferente. El Banco Central (BC) de Brasil ha comenzado un nuevo ciclo de ajustes al alza en las tasas para controlar la inflación, que ya ha alcanzado el límite superior de la meta establecida. Este movimiento contrasta con la tendencia mundial, donde las tasas están bajando para estimular el crecimiento económico.
Actualmente, la tasa Selic de Brasil se encuentra en el 10.5%, después de haber permanecido en ese nivel desde mayo, cuando el BC interrumpió un ciclo de reducción de tasas. Sin embargo, los analistas prevén que esta tasa aumente aún más, posiblemente alcanzando el 12% en los próximos meses, lo que mantendría las tasas en dos dígitos hasta al menos mediados del próximo año. A pesar de este escenario, algunos expertos más pesimistas sugieren que una reducción significativa podría no comenzar hasta 2026.
El caso de Brasil difiere notablemente del de otras economías globales debido a la tendencia de la inflación en el país. Mientras que en otras regiones se ha observado una desaceleración en la variación de los precios, en Brasil las expectativas de inflación siguen en alza. Este fenómeno se ha visto alimentado, en parte, por el fuerte desempeño de la economía brasileña, que ha mostrado una expansión sostenida de actividades y una tasa de desempleo históricamente baja.
Factores que Impulsan el Aumento de Tasas
Uno de los principales motores detrás del aumento en las tasas de interés en Brasil es el aumento del gasto público. Las políticas de gasto expansivo del gobierno federal han sido citadas como un factor crucial en la decisión del BC de aumentar las tasas. Desde antes de la asunción del presidente Lula en enero de 2022, la administración de Jair Bolsonaro ya había implementado medidas expansivas que incluyeron aumentos en el salario mínimo y la expansión de programas sociales. Estas acciones, si bien han impulsado el desarrollo económico, también han contribuido al aumento de la inflación, lo que a su vez ha llevado al Banco Central a tomar medidas para controlarla.
Además, la reciente escalada del dólar frente al real ha sido otro factor importante en la decisión del BC de mantener las tasas altas. A principios de agosto, el dólar superó los R$ 5,70, el nivel más alto desde 2021. Aunque la moneda ha retrocedido ligeramente desde entonces, sigue fuerte, rondando los R$ 5,60 en la primera semana de septiembre. Esta volatilidad ha llevado al Banco Central a intervenir en el mercado de divisas con una subasta de US$ 1.500 millones, una medida que no se tomaba desde 2022.
Impacto de la Sequía y las Tarifas de Energía
Otro factor que ha presionado la inflación en Brasil ha sido la sequía que afecta a varias regiones del país. Como consecuencia, la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) activó la bandera roja 1, lo que implica un costo adicional en las tarifas de energía de R$ 4,463 por cada 100 kilovatios-hora consumidos. Esta medida ha añadido presión a los costos de producción y al poder adquisitivo de los consumidores, exacerbando las presiones inflacionarias.
Contraste con la Tendencia Global
En el panorama global, Brasil se destaca por su enfoque único en las tasas de interés. Mientras que países como Estados Unidos y las economías de la zona del euro han comenzado a reducir sus tasas, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra, por ejemplo, implementaron recortes en junio y julio, respectivamente. Estos movimientos se dieron en un contexto de desinflación, donde la desaceleración en la variación de los precios permite una mayor flexibilidad en la política monetaria.
Por su parte, la Reserva Federal de Estados Unidos ha mantenido las tasas entre el 5,25% y el 5,5%, los niveles más altos en más de dos décadas. Sin embargo, los mercados anticipan una posible reducción en las tasas estadounidenses, lo que podría favorecer a Brasil al aliviar la presión global sobre los mercados emergentes.
Aunque el aumento de tasas en Brasil parece inevitable a corto plazo, los analistas esperan que una eventual disminución en las tasas de Estados Unidos pueda hacer que este ciclo de aumentos en Brasil sea más breve de lo previsto.
Perspectivas Futuras
A medida que Brasil enfrenta un panorama económico desafiante, marcado por la alta inflación y el crecimiento del gasto público, las tasas de interés seguirán siendo una herramienta clave para el Banco Central. Sin embargo, la presión global y la volatilidad del mercado de divisas podrían influir en las decisiones futuras. La economía brasileña se encuentra en una encrucijada entre el crecimiento y la inflación, y los próximos meses serán cruciales para determinar el curso de las políticas monetarias en el país.